A casi cuatro años de su fuga será juzgado "Casate" Vargas

El juicio oral y público contra Martín "Casate" Vargas finalmente se llevará a cabo y las audiencias fueron programadas a partir de mañana, a casi cuatro años de su fuga de Comodoro Rivadavia. Un tribunal colegiado se encargará del debate al que llega acusado como autor del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por el homicidio que tuvo como víctima a Ana María Molina, una vecina del barrio Isidro Quiroga que fue baleada el 21 de enero de 2012 y agonizó 48 días en el Hospital Regional.
El 23 de abril de 2013 debía comenzar el juicio oral y público contra Martín "Casate" Vargas, pero tuvo que suspenderse y recién mañana, a casi 4 años, se retomará. Es que el acusado se fugó de la ciudad aprovechando que se encontraba libre a partir del beneficio que obtuvo el 30 de enero de 2013. Ese día la prisión domiciliaria a la que había accedido el 18 de junio de 2012 se convirtió en libertad y en esa condición esperó la realización del juicio.
No sorprendió entonces que Vargas se escapara de Comodoro Rivadavia antes de que se hiciera el juicio, aunque las autoridades recién tomaron conocimiento el día del debate, cuando lo esperaron y nunca llegó a sentarse al banquillo de los acusados.
Su búsqueda se mantuvo en el tiempo y después de un trabajo de inteligencia realizado por la Brigada de Comodoro Rivadavia el reo fue descubierto con otra identidad, aunque preso en un penal de Ituzaingó, en la provincia de Buenos Aires. Desde allí, luego de la confirmación y los trámites de rigor, fue trasladado a Comodoro Rivadavia para ser juzgado.
El debate se iniciará mañana y el tribunal lo integrarán los jueces Mariano Nicosia, Martín Cosmaro y Miguel Ángel Caviglia.

Vargas está imputado como autor del delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, por el hecho que tuvo como víctima a Ana María Molina, la mujer que murió a las 4 de la madrugada del 9 de marzo de 2012 tras agonizar 48 días en el Hospital Regional por la herida de bala que recibió el sábado 21 de enero de ese año.
Molina era madre de dos hijos, residía en el Isidro Quiroga y en 2011 había denunciado continuos tiroteos que sufría su vivienda. Esos ataques habrían constituido una venganza de un grupo de individuos de dicho barrio que estaba convencido de que la mujer los había delatado ante la policía, sindicándolos de guardar armas en sus viviendas.
Todo comenzó el 30 de noviembre de 2011 cuando la Brigada de Investigaciones realizó allanamientos en varios domicilios de personas sospechosas de tener vinculación con el homicidio de Darío Tacacho (25), quien por una presunta rivalidad entre grupos de las 1.311 Viviendas resultó abatido el 19 de ese mes, cuando caminaba por la avenida Patricios.
Producto de los allanamientos se secuestraron seis armas de fuego, entre ellas una escopeta calibre 14 "recortada", un pistolón, una carabina 22 milímetros y tres revólveres calibre 38 milímetros, así como dos chalecos antibalas de la Policía del Chubut y una campera también de la fuerza policial. Además, resultó detenido por resistencia a la autoridad un individuo identificado como Martín Vargas, alias "Casate".

AMENAZAS
Luego de ese golpe policial llegaron las amenazas contra Molina, quien desde entonces debió contar con custodia policial frente a su domicilio ubicado en la calle Cabo Valdés al 3.000. Sin embargo, el sábado 21 de enero de 2012, sobre las 20:30, Molina salió sin custodia a bordo de un Peugeot 206 conducido por su marido, Juan Rodríguez.
Cuando se desplazaban por La Plata y Lisandro de la Torre, a una cuadra de la Seccional Quinta, otro automóvil se les puso a la par y su conductor efectuó varios disparos. Uno de los tiros atravesó la puerta de acompañante e hirió gravemente a Molina.
Rodríguez, con su pareja malherida, se dirigió hasta la Seccional Quinta donde solicitó la ayuda de la policía para trasladarla de urgencia hasta el Hospital Regional. En ese momento, según fuentes policiales, las víctimas señalaron como autor del disparo a "Casate" Vargas, quien se desplazaba en un Chevrolet Agile.
El sospechoso fue detenido el día siguiente a las 23:30 en su vivienda del barrio Isidro Quiroga. Fue sometido a una audiencia de control de detención y formalización de la investigación y el Ministerio Público Fiscal calificó el caso como "homicidio en grado de tentativa", calificación que mutó con la muerte de Molina.
Sin embargo, poco después le concederían el beneficio del arresto domiciliario basados en que su abuela estaba enferma y necesitaba verlo continuamente.

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