La Asociación Médica Australiana (AMA) considera que la existencia de este tipo de clínicas puede alentar las borracheras descontroladas y alertó que no existen evidencias que respalden la eficacia de los tratamientosque brindan.
"Puede afectar a las personas con la innecesaria inserción de cánulas intravenosas", comentó el vicepresidente de la AMA, Stephen Parnis, quien consideró que el consumo de alcohol excesivo además puede estar asociado a otros problemas como la depresión, traumas o la violencia, que corren el riesgo de ser ignorados.
Uno de los dueños de la clínica, el ex abogado Max Petro, aseguró que el centro médico estuvo bajo la supervisión de funcionarios del estado de Nueva Gales del Sur y hasta el momento no ha habido quejas y además contribuye a reducir la carga de trabajo en los servicios de emergencia de los hospitales públicos.