Alertan que 57% de la población activa tiene problemas de empleo

Como una de sus conclusiones finales, el estudio advirtió que "no cabe esperar un derrame social sin un modelo que integre subsidiariamente al sistema socioproductivo moderno y eleve la productividad de los sectores informales protegiendo los derechos de los trabajadores".
Un nuevo informe del Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) advirtió al gobierno de Mauricio Macri que el 57% de la población tiene problemas de empleo, y sobre la falta de "protección social" ante las medidas adoptadas en 8 meses de gestión, al tiempo que le atribuye la creación de 'nuevos pobres' y le pide "una distribución socialmente más equitativa de los costos del ajuste y de los recursos disponibles".
Del informe se desprende que entre 2010 y el 2015 "mejoró el empleo decente" para la franja de trabajadores con mejores condiciones laborales, que agrupa al 43% del total de personas con capacidad laboral plena en los centros urbanos, de acuerdo con un relevamiento sobre 5.700 hogares y 14 mil entrevistados de 20 ciudades/localidades. El resto, el 57%, sufre un problemática de empleo.
Con el título "Tiempo de balance: deudas sociales pendientes al final del Bicentenario. Necesidad de atender las demandas del desarrollo humano con mayor equidad e inclusión social", el informe fue presentado ayer por la tarde en el campus Puerto Madero de la UCA por el rector de la casa de estudios, monseñor Víctor Manuel Fernández; y el director de investigación del Observatorio de la Deuda Social, Agustín Salvia, con comentarios de José Nun, María del Carmen Feijoó y Daniel Arroyo.
Con la coordinación de Salvia, el equipo de la UCA relevó información de la situación social del país entre el 2010 y el 2015, es decir, los últimos 5 años del gobierno de Cristina de Kirchner, y lo difundió ayer como un "diagnóstico cierto de la efectiva situación social heredada" por la administración de Mauricio Macri y los "urgentes desafíos" que se plantean.
Silva explicó que el informe permitió establecer que, entre diciembre y abril último, la cantidad de pobres aumentó en un 1,4 millón y que "más de 400 mil personas se sumaron a la indigencia", en un contexto en el que -resaltó- "los programas sociales fueron un buen cinturón de seguridad" para los sectores más desprotegidos.
Como una de sus conclusiones finales, el estudio advirtió que "no cabe esperar un derrame social sin un modelo que integre subsidiariamente al sistema socioproductivo moderno y eleve la productividad de los sectores informales protegiendo los derechos de los trabajadores".
En una detallada síntesis, Silva resaltó como objetivos "imprescindibles para no profundizar la brecha de pobreza" que los sectores sociales más postergados accedan a la "seguridad social y a programas de transferencias de ingresos".

MAYOR RIESGO

En ese marco, advierte que "el mayor riesgo social no sólo lo está experimentando la población más vulnerable que depende de la ayuda social", sino también los "millones de hogares que fundan su subsistencia en trabajos precarios, pequeños comercios y trabajadores eventuales", quienes -según señala el informe- no recibieron una "especial protección social frente a la actual fase de caída del consumo, aumento de los precios y mayor riesgo de despido o caída de la actividad".
El informe indica que a este segmento de la población "no llegan los aumentos por paritarias, ni las tasas de interés favorables, ni las tarifas sociales, ni el salario familiar, ni los aumentos en los programas sociales" y considera a esta "masa de segmentos vulnerables de clase media baja o sectores populares" como los "'nuevos pobres' que emergen de medidas normalizadoras adoptadas por el actual gobierno".
En cuanto a los ingresos monetarios, indica que "se registra una fuerte mejora en los ingresos reales entre 2010 y 2011, en el marco de un proceso de reactivación económica y mejoras en las políticas laborales y sociales; luego, se observa un descenso y posterior amesetamiento en 2012-2013, en un contexto económico crecientemente inflacionario y recesivo; y, por último, en ese mismo contexto de relativo estancamiento con inflación, se hacen presentes nuevos retrocesos en 2014 y 2015".

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