Aranguren: el salto de la visión empresarial a la política petrolera

"En el sector energético tendríamos que estar pensando en un plan a largo plazo, no en resolver las urgencias de hoy", dijo en 2013. En el marco de las negociaciones por la crisis petrolera, los sindicatos apuntaron duro por la posición inflexible del referente energético de Mauricio Macri.
Apenas abrieron el debate en la mesa de negociación del lunes 18 de enero, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, manifestó su rechazo a subsidiar a la industria petrolera para compensar la cuota de exportación. Los sindicalistas y el gobernador Mario Das Neves lo acusaron de solamente hablar de números sin tener en cuenta un conflicto social en Chubut y lo compararon con Domingo Cavallo, el super ministro de Economía de Carlos Menem.
A partir de ese momento, prefirieron darse un respiro de una semana. En esos días, Das Neves buscó otro interlocutor entre sus viejos contactos. Rogelio Frigerio, ministro del Interior, medió entre las partes. Las fotos lo buscaron a él, no así a Aranguren que mantuvo siempre una posición durísima.
Aranguren es uno de los referentes del establishment petroleros más agresivo, con ideas que irritan a los sindicalistas que han encontrado comodidades en la actividad que durante mucho tiempos les fueron vedadas.
El ingeniero químico que este año cumplirá 62 años ingresó a Shell, la empresa con la que es identificado, en 1977 y asumió la presidencia de la filial argentina en 2003, un cargo que sostuvo hasta 2015. Fue el nombre que más fuerte sonó para quedarse con la dirección de la política energética de Mauricio Macri, hasta que en diciembre de 2015 quedó confirmado en el nuevo Ministerio de Energía y Minería.

VERSUS KIRCHNER
El año de su asunción a cargo de Shell fue el mismo que el del gobierno que más dolores de cabeza les causó. Un boicot a comprarle naftas en 2005, más de 50 denuncias penales de la Secretaría de Comercio y una imputación en su contra desde el Ministerio de Economía. Néstor Kircher estuvo severamente enfrentado -Aranguren decía en una entrevista que el ex Presidente había pensado en nacionalizar la compañía angloholandesa-.
Aranguren es el portavoz de la actualización de las tarifas eléctricas y de gas, bajo la premisa de que el servicio es "deficiente" porque los usuarios no pagaron el precio que correspondía para realizar inversiones. En el ámbito de la matriz energética, en tiempos de crisis petrolera ya mira con atención el recambio hacia energías renovables, incluso avanzar con la infraestructura para la nuclear.
"En el sector energético tendríamos que estar pensando en un plan a largo plazo, no en resolver las urgencias de hoy. Por supuesto que reemplazar la importación de combustible es algo necesario para el país. Pero ¿después qué? Es decir, ¿cuál es el nivel de participación que queremos darles a los hidrocarburos fósiles dentro de la matriz energética?", planteaba Aranguren en una entrevista para la revista Petroquímica en octubre de 2014.
"El año pasado inicié una maestría interdisciplinaria en energía, en un centro formado por tres facultades y del que también participan el ENRE y el Enargas. Tengo de compañeros a gente más joven que yo y me estoy capacitando en energía nuclear, energías renovables y ambiental para complementar el conocimiento que adquirí en mis años de gestión", es otra de las consideraciones sobre la matriz energética que hacía el ex Shell, esta vez en La Nación en junio del año pasado.
Con un perfil empresarial, Aranguren designó a hombres de las principales empresas petroleras para administrar áreas del Ministerio de Energía y Minería creado por el nuevo Gobierno nacional. En octubre pasado, en plena campaña electoral, reclamó un nuevo acuerdo sectorial para tiempos de precios petroleros bajos en una nota con El Inversor Online.
"Teniendo en cuenta la evolución de todas las variables, incluido el tipo de cambio, nivel de actividad y productividad, creo que debería negociarse un nuevo acuerdo sectorial entre petroleros, provincias productoras y sindicatos, refrendado por resolución ministerial, para el período de transición en el que los precios internacionales se mantengan deprimidos; con el objetivo final de volvernos a acoplar al mundo cuando la situación se revierta", explicó.
La sorpresa la dio en declaraciones de mayo del año pasado cuando dijo: "tal vez Kirchner vio que era una posibilidad comprar Shell con la ayuda de la petrolera venezolana PDVSA".
"En noviembre de 2004 se creó la firma estatal Enarsa y tal vez ésa era la posibilidad de que, junto con PDVSA y de alguna otra empresa, de recuperar una empresa nacional de energía, ya que en ese momento no tenían YPF", recordó.
"En enero de 2005 Chávez vino a inaugurar una estación de servicio de PDVSA, frente a la sede de la ESMA, y en el medio del acto el mandatario venezolano deslizó que 'una empresa gringa podía pasar a capitales nacionales. Dicen que vale U$S 1.000 millones pero para mí no vale más de U$S 200 millones'", apuntó el empresario petrolero.

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