Asaltaron un camión de una distribuidora en Las Heras

Ocurrió en el barrio 1 de Mayo de Las Heras cuando fueron asaltados dos empleados de una empresa distribuidora de productos de almacén que se movilizan en un camión de reparto. Luego de que le quitaran el dinero, el chofer los persiguió y chocó en dos ocasiones. Los delincuentes cubrieron su huida a los tiros y también colisionaron contra otro auto.
Caleta Olivia (agencia)
El vertiginoso suceso, que pudo haber tenido consecuencias trágicas, se produjo minutos antes de las 19 del jueves en inmediaciones de una plazoleta del barrio 1 de Mayo de Las Heras, luego de que los empleados de la distribuidora Arcor -que tiene su base en Comodoro Rivadavia- se retiraran de un comercio en el que habían dejado mercadería.
Si bien hay varias versiones acerca de la manera en que se desató la violencia, fuentes policiales indicaron que antes de que los empleados ascendieran el camión, se les acercó un individuo con su rostro semi cubierto que los amenazó con un arma de fuego, probablemente una pistola 9 milímetros.
El chofer del camión se vio obligado a entregarle una suma de dinero de aproximadamente 6.000 pesos, producto de la recaudación de los dos últimos comercios que había visitado y que no había alcanzado a introducir en una caja metálica de seguridad que habitualmente utilizan las distribuidoras y se sueldan en el chasis, inmediatamente detrás de la cabina.
El hasta ese momento solitario asaltante también les quitó los teléfonos celulares y un sobre que contenía la documentación del camión, tal vez pensando que allí había más dinero. También se quedó con las llaves de la unidad Fiat Iveco, tras lo cual se fue caminando y algunos metros más adelante giró en una esquina.
PERSECUCION Y CHOQUES
El chofer del camión, sin medir el peligro, decidió seguirlo y habría podido poner en marcha el rodado con una copia de la llave, logrando divisar al delincuente cuando ascendía a un Volkswagen Gol de color gris, dominio HJP 539, en el que lo esperaba un cómplice al volante.
No está claro si el camionero iba en ese momento con su acompañante, pero se supo que se acercó rápidamente al auto de los delincuentes y lo chocó en su lateral izquierdo.
Igualmente, estos pudieron seguir avanzando por una calle de ripio, pero al ver que el camión los seguía el sujeto que iba como acompañante se asomó por la ventana portando el arma de fuego con la que había cometido el asalto.
Comenzó entonces a disparar contra el Iveco, impactándole cinco balazos en el parabrisas que afortunadamente no alcanzaron la humanidad del o los repartidores.
De todos modos, quizá por un arrebato de furia, el camionero igual continuó persiguiéndolos y volvió a tocar al VW que perdió estabilidad y fue a chocar contra otro auto que se hallaba estacionado, propiedad de Antonio Angulo, actual jefe de la denominada Guardia Urbana Municipal, quien se hallaba esperando a una familiar para retornar a su domicilio.
Angulo, quien es un suboficial retirado de la Policía de Santa Cruz, descendió rápidamente y observó a los dos asaltantes que salían del Gol, al cual tuvieron que abandonar porque debido a los destrozos había quedado inutilizado.
El conductor del camión dejó de perseguirlos, pero el policía retirado los siguió a pie y desde una distancia prudencial vio cómo arrojaban varios elementos a un baldío donde hay una obra en construcción, tras lo cual desaparecieron a toda carrera.
Pocos minutos después, la zona se llenó de policías que hallaron no solo los teléfonos celulares que pertenecían a los repartidores, sino también la documentación del camión.
Pero el insólito error de los delincuentes fue que debido a la premura para deshacerse de las pruebas que los incriminaban, también arrojaron un sobre con la documentación del auto que habían abandonado.
El mismo estaba a nombre de una persona de apellido Siarez y había una cédula azul por la cual se autorizaba a conducir esa unidad a su hijo, Jonathan Siarez, de aproximadamente 24 años.
La prueba era contundente y la policía comenzó a buscar a ese individuo, constatando que era oriundo de Caleta Olivia pero trabaja en una empresa de transporte de servicios petroleros de Las Heras, donde también tiene residencia.
A las 22:30 lo hallaron (no se precisó el lugar) y lo llevaron detenido, quedando a disposición del juzgado de instrucción que está a cargo de Eduardo Quelín.

OTROS DOS BALAZOS
Debido a que los incidentes en las calles se produjeron de manera vertiginosa, algunos vecinos especularon que el chofer del camión (o su acompañante) también repelió con un arma de fuego el ataque de los delincuentes ya que el Gol tenía dos agujeros en la parte trasera del techo.
Sin embargo, fuentes policiales señalaron que los repartidores no estaban armados y que esos impactos fueron disparados desde el mismo auto que era perseguido, de acuerdo a un primer peritaje balístico.
Se cree que debido a las irregularidades de la calle de tierra, denominada Begrano, el malviviente que accionó su arma de calibre 9 milímetros (de acuerdo a las vainas que se hallaron en el área) iba perdiendo el equilibrio y movía de manera brusca la mano que empuñaba la pistola.
Vale señalar que la misma no fue hallada hasta el momento y que el cómplice del detenido permanece prófugo, pero los investigadores están detrás de un individuo que es apodado "Koki" y era probable que el juez ordenara de un momento a otro su captura.

Fuente:

Notas Relacionadas

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico