Detuvieron a Brenda Vargas y deberá declarar esta mañana

Brenda Vargas fue beneficiada hace 12 días con prisión domiciliaria y no se presentó en la Justicia para contar lo que sabe sobre la muerte de Néstor Vázquez. Ayer fue detenida en avenida Estados Unidos a bordo de una Eco Sport gris.

Anoche, cerca de las 22 horas, la Brigada de Investigaciones logró detener a Brenda Noelia Vargas de 27 años, a bordo de una camioneta Eco Sport gris. La mujer fue beneficiada con arresto domiciliario hace 12 días y no se presentó a declarar como testigo presencial el pasado 16 de mayo, cuando debía contar en el juicio lo que sabe sobre la muerte de Néstor Vázquez.

Según comentaron fuentes oficiales a El Patagónico, Vargas fue detenida en avenida Estados Unidos al 300 e iba acompañada por tres personas más; dos hombres y una mujer, todos mayores de edad. Los efectivos policiales realizarán en las próximas horas un registro vehicular a fin de constatar la presencia de alguna arma de fuego.

La mujer, que tenía pedido de captura, se presentará esta mañana en la oficina judicial para declarar y retomar el juicio oral y público por la muerte de Vázquez que tiene como imputados a Claudio Vera, Misael Henríquez y Miguel Baeza. Luego, cerca del mediodía, deberá declarar por el incumplimiento de la medida de arresto domiciliario.

Por otro lado, los otros tres detenidos (Saldivia, Velázquez y Sugman) que se encuentran en la Seccional Séptima, deberán presentarse en la oficina judicial por el control de detención, ya que están imputados por encubrimiento.

EL HOMICIDIO

Según la acusación fiscal, el asesinato a ventilar en el debate oral y público ocurrió en el marco de una interna sindical de la UOCRA. En ese contexto, 17 de marzo de 2014 Vázquez fue engañado y llevado por una joven hasta el predio del Club Deportivo Roca, en el barrio Isidro Quiroga.

Entre las 19 y las 21 de ese día la víctima se encontró con los tres acusados. Según la misma investigación, Vera le efectúa al menos dos disparos de arma de fuego. Uno impacta en la cabeza de la víctima y el otro en el pecho para dejarlo tirado en el lugar sin vida.

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