Dilma Rousseff: "intentan un golpe de Estado y buscan el estallido"

"Esta es una situación que provoca un sentimiento de injusticia y un sentimiento de violencia en Brasil contra la verdad y contra nuestro Estado democrático. Es muy malo para Brasil", agregó Dilma.
Tras la decisión de la Cámara de Diputados de aprobar el inicio de un impeachment -juicio político- contra ella, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, salió a hablar públicamente.
En ese sentido, la jefa de Estado expresó a través de los medios de comunicación: "Nunca se anuncia lo que se hace bien, pero se resalta lo que el Gobierno hace mal. Es una agenda que busca el estallido en cada circunstancia. Proyectos importantes para que Brasil pudiera retomar su crecimiento fueron rechazados o dilatados".
"Esta es una situación que provoca un sentimiento de injusticia y un sentimiento de violencia en Brasil contra la verdad y contra nuestro Estado democrático. Es muy malo para Brasil", agregó Dilma.
"Seguiré luchando por la democracia. En el pasado me enfrenté a la dictadura y ahora me enfrento a un golpe de Estado. Que no es más tradicional como antes, sino que utiliza una apariencia de legalidad", agregó.
Además, remarcó: "Nuestra joven democracia ingresa a un proceso de baja calidad cuando estamos acusando a la presidenta de la República. Es posible acusar al Presidente sin que tenga ninguna culpabilidad. Cada uno de los ciudadanos verá lo que es posible hacer".
La presidenta aseguró que se siente "injusticiada" porque el proceso en su contra "no tiene sustento", en su primer pronunciamiento desde que la Cámara de Diputados aprobó su juicio político, una alocución en la que además insistió en que tiene la conciencia "tranquila" por su actuación.
Rousseff agregó que "el mundo no quiere traidores" y remarcó que, pese a que se siente con valentía para enfrentar lo que viene, sus sueños "están siendo torturados en este momento".
"Recibí 54 millones de votos y me siento indignada por la decisión", dijo la mandataria en una rueda de prensa en el palacio gubernamental de Planalto, en su primera reacción tras el voto en la Cámara. El proceso de impeachment sigue ahora al Senado. "Continuaré luchando y voy a enfrentar todo el proceso", ratificó Dilma.
"Voy a continuar luchando, como luché toda mi vida", insistió la mandataria y dijo que aprovechará la oportunidad de defenderse en el Senado. Reiteró que enfrenta "un golpe de Estado" porque "no se puede llamar impeachment a lo que es un intento de elección indirecta". "Aquellos que quieren acceder al poder no tienen votos para hacerlo", apuntó Rousseff.
El gobierno de Brasil recibió con "indignación" y "tristeza" la aprobación la de la autorización del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff por parte de la Cámara de Diputados, que envío el proceso al Senado, que puede destituirla.
En tanto, el jefe de asesores de Rousseff, Jacques Wagner, uno de los negociadores con el parlamento, afirmó: "Confiamos en el Senado y esperamos que ella puede ofrecer su defensa. En el Senado, que representa a los estados de la federación, queremos que se vean con nitidez las acusaciones contra la presidenta, ya que involucran a varios gobernadores".
Los argumentos "frágiles y sin base jurídica" según Wagner, prevalecieron en la Cámara de Diputados, que acusó a Rousseff de haber cometido maniobras en el presupuesto para pagar los gastos sociales y alcanzar las metas fiscales.

TEMER ANSIOSO POR LA SUCESION

El vicepresidente brasileño, Michel Temer, admitió que la apertura de un impeachment (juicio político) contra la mandataria Dilma Rousseff lo proyecta como futuro jefe de Estado, lo cual supone una "gran responsabilidad".
"Lo que nos espera es una gran responsabilidad", sostuvo ante un grupo de colaboradores y congresistas el vicepresidente Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
"Ahora es que viene la parte más difícil", reconoció informalmente ante allegados en la residencia oficial de la Vicepresidencia, el Palacio de Jaburú.
La estrategia de Temer y Cunha es abreviar los tiempos para que la Cámara alta constituya una Comisión Especial que analice el tema y vote la apertura de un proceso, lo cual puede ocurrir entre el 11 y 12 de mayo, tras lo cual Rousseff deberá licenciarse como presidenta.

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