Doce republicanos y tres demócratas protagonizan las primarias en EE.UU.

Los favoritos son el magnate inmobiliario Donald Trump entre los republicanos, y la ex secretaria de Estado y ex primera dama, Hillary Clinton, entre los demócratas.
La carrera para llegar a la Casa Blanca comienza mañana en el estado de Iowa, donde los 15 candidatos -12 republicanos y 3 demócratas- buscarán convencer a los ciudadanos de que ellos son la mejor opción dentro de su propio partido para liderar Estados Unidos.
Los favoritos de una de las primarias más concurridas de la historia son el magnate inmobiliario Donald Trump, entre los republicanos, y la ex secretaria de Estado y ex primera dama, Hillary Clinton, entre los demócratas.
A pocos días de los caucus de Iowa, Trump, de 69 años, mantiene el protagonismo logrado desde que lanzó su campaña con un discurso populista, xenófobo y crítico con la política tradicional.
Sin experiencia política ni haber ocupado ningún cargo público, Trump se presenta a sí mismo como un candidato fuera de la norma, que dice lo que piensa y cuyo único objetivo es recuperar el viejo esplendor de Estados Unidos.
La figura prototípica del político a la que Trump se refiere es la que encarna Hillary Clinton, de 68 años, para quien la experiencia política se ha convertido en un arma de doble filo.
La candidata esgrime sus tablas como su mayor fortaleza, ya que fue primera dama durante el mandato de su marido, Bill Clinton, senadora por Nueva York y secretaria de Estado cuando sus aspiraciones a la Casa Blanca quedaron frustradas por el actual presidente Barack Obama y su arrolladora campaña de 2008.
Trump no es el único que señala la experiencia de Clinton como un defecto y la considera la candidata del status quo.
La afinidad de Clinton con Wall Street obsesiona al senador independiente por Vermont Bernie Sanders, de 74 años, su principal rival en el partido, que se define como "socialista democrático", una etiqueta que defiende y que no todo el mundo entiende en un país en el que el término se asocia al comunismo soviético.
Sanders, que se muestra orgulloso de que su campaña la financian sus seguidores con pequeñas contribuciones, ha reavivado la pasión del sector más progresista de su partido con su denuncia de la creciente desigualdad y la erosión de la clase media.
Las opciones en el partido demócrata las completa el ex gobernador de Maryland, Martin O'Malley, de 53 años, de ideas moderadas pero perfil bajo pese a tener logros en su Estado como la legalización del matrimonio entre homosexuales, el control de las armas o la obtención de más derechos para los inmigrantes indocumentados.
El terreno republicano es más prolífico, con 12 aspirantes que pugnan por no quedar a la sombra del prominente Trump.
El preferido del ala más conservadora del Partido Republicano, el llamado Tea Party, es el senador por Texas Ted Cruz, de 45 años y origen cubano, que esgrime una crítica frontal al legado de Obama, cuyos principales logros políticos promete derogar.
A Cruz le cuesta distinguirse del senador por Florida Marco Rubio, un año más joven y también de origen cubano, que cuenta con una amplia aprobación entre las bases republicanas, informó la agencia EFE.
El factor diferencial de Rubio es su aproximación al votante latino, con la propuesta de abrir procesos de ciudadanía para los indocumentados, algo que le ha acarreado acusaciones de debilidad.
Por detrás de Rubio, luchan por no caer en el olvido candidatos que tuvieron su momento de gloria en las encuestas, como el prominente neurocirujano Ben Carson, de 64 años, profundamente religioso y ferviente defensor del libre mercado.
Caso especial es el ex gobernador de Florida Jeb Bush, hijo y hermano de ex presidentes, que partía como uno de los favoritos de la contienda republicana y que no ha logrado escalar en las encuestas.
Bush, de 62 años y que goza de cierta popularidad entre los hispanos por estar casado con una mexicana, tiene una larga experiencia como servidor público, pero su talante contenido y sobriedad dialéctica lo han relegado de los favoritos, aunque hay quienes aún no descartan que pudiera dar alguna sorpresa.
Por detrás, según las últimas encuestas, se encuentran el gobernador de New Jersey, Chris Christie, de talante moderado, franco, cercano y afable; el popular gobernador de Ohio, John Kasich, que a sus 63 años lleva más de 40 de carrera política, y el senador por Kentucky, Rand Paul, que preconiza la menor intervención posible del estado en los asuntos ciudadanos.
El abanico de posibilidades para el votante republicano lo completan la ex consejera delegada de Hewlett-Packard Carly Fiorina, única mujer en la contienda republicana; y los llamados "conservadores sociales" Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas, y Rick Santorum, ex senador por Pensilvania.
En última posición se encuentra el ex gobernador de Virginia Jim Gilmore, perteneciente al "aparato" del Partido Republicano y cuya campaña ha sido prácticamente inexistente, sin apariciones en los medios, con presencia en sólo dos debates y con resultados en los sondeos por debajo del 1%.
En el caso de los últimos candidatos, las apuestas no son tanto si lograrán la candidatura como cuándo anunciarán su retirada.

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