El 6 de febrero comienza el juicio oral por el asesinato de Candela

Se trata del caso de la niña de 11 años asesinada en 2011 en la localidad bonaerense de Hurlingham. Carola Labrador, su madre, pidió que los acusados sean condenados a prisión perpetua y responsabilizó a policías de la provincia, al narcotráfico y a un sector de la dirigencia política y de la Justicia por haber "desviado la investigación" y haber "demorado la búsqueda" de su hija mientras permanecía con vida.
El juicio oral por el crimen de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años asesinada en 2011 en la localidad bonaerense de Hurlingham, comenzará el 6 de febrero con tres imputados en el banquillo de los acusados.
Carola Labrador, la madre de Candela, pidió que los acusados sean condenados a prisión perpetua y responsabilizó a policías de la provincia, al narcotráfico y a un sector de la dirigencia política y de la Justicia por haber "desviado la investigación" y haber "demorado la búsqueda" de su hija que terminó con el crimen.
Fuentes judiciales informaron a Télam que serán juzgados Hugo Bermúdez (56), Leonardo Jara (37) y Fabián Gómez (45) por el delito de "privación ilegal de la libertad seguida de muerte", el cual prevé una pena de prisión perpetua.
Los dos primeros llegarán al debate detenidos, en tanto que Gómez lo hará en libertad.
El juicio estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Morón, integrado por los jueces Mario Bonano, Raquel Lafourcade y Mariela Moralejo Rivera, en tanto que como fiscales intervendrán Mario Ferrario y Pablo Galarza.
Se estima que el juicio se extenderá por alrededor de seis meses, ya que está prevista la concurrencia de unos 300 testigos de alrededor de 3.150 ofrecidos inicialmente por cada una de las partes.
Candela (11) fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011, en Villa Tesei -donde residía-, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía.
Se cree que la niña estuvo secuestrada en dos lugares y nueve días después, apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su casa, a pocos metros de la colectora del Acceso Oeste.
Como móvil del homicidio y cuando elevó la causa a juicio, el fiscal Ferrario señaló una venganza contra Alfredo Rodríguez, padre de Candela, por parte de una banda de piratas del asfalto, una hipótesis que se manejó desde el comienzo de la causa.
Durante la instrucción del expediente, el fiscal le atribuyó a Jara haber realizado una llamada intimidatoria que la tía de la niña recibió el 28 de agosto, tres días antes del hallazgo del cadáver de Candela.
"Ahora sí­ que no la vas a encontrar nunca a tu hija. ¡Jamás la van a encontrar! Te lo aseguro yo, hasta que esa conchuda no devuelva la guita, no la va a ver nunca más... Que le pregunten al marido dónde dejó la guita", decía el mensaje.
Respecto de Bermúdez, se considera que hay elementos para probar que facilitó el ingreso de Candela a la segunda casa donde estuvo cautiva antes de ser asesinada, ubicada en Cellini 4085, también en Villa Tesei.
Durante la investigación, se estableció que la niña había estado previamente en otro domicilio, situado en la calle Kiernan 992 de la misma localidad, pero quienes estaban a cargo de esa casa (Gladys Cabrera y Néstor Altamirano) si bien estuvieron imputados inicialmente, no fueron enviados a juicio por el juez Gustavo Robles.
En el caso de Gómez, se lo acusa de realizar tareas de "inteligencia" en la puerta de la casa de la calle Kiernan cuando Candela estuvo retenida allí­ contra su voluntad y alternar distintos roles con Jara y Bermúdez.
El caso, que en su momento generó conmoción en todo el país, derivó en el apartamiento de la causa del primer fiscal que intervino, Marcelo Tavolaro, y del juez de Garantías Alfredo Meade, por presuntas irregularidades cometidas en la investigación, especialmente por parte de la Policía bonaerense.
En ese sentido, se conformó una comisión en la Legislatura provincial que estableció que el expediente estuvo "plagado de irregularidades" y la niña fue buscada en distintos lugares, pero no donde no estaba.
También consideraron que "el espectacular accionar policial durante la búsqueda de la niña, tuvo como objetivo responder a la presión mediática y desviar la investigación del verdadero territorio en que se desarrollaba el caso", presuntamente en la localidad de San Martín, para encubrir a los autores y móviles del asesinato.
Además, para la comisión, este accionar atentó dramáticamente contra la posibilidad de encontrar con vida a Candela.

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