El barrio Stella Maris y su vecinal ambulante

Si bien en su momento, el barrio contó con la construcción de una Unión Vecinal, la misma fue cedida hace años a la escuela Nº 7.717 para el dictado de clases. Desde ese momento, funciona en distintos lugares sin poder tener un domicilio real.

Hace años que la vecinal del barrio Stella Maris no cuenta con un edificio propio para su funcionamiento. Todo comenzó cuando la sede – construida por los propios vecinos – fue cedida a la escuela Nº 7.717.

A partir de allí, funcionó en la casa de un vecinalista pero cuando culminó su mandato (en octubre de 2014) y asumió Nélida Leviñanco, debieron buscar una casa para alquilar.

"Hoy por hoy no tenemos ningún lugar", relató la vecinalista a El Patagónico, ya que se venció el contrato y como requisito – ya que el dinero se abona desde Provincia – se le solicita que el inmueble tenga título de propiedad, algo complicado en la zona, aseguró tras recordar que aún se esperan más de 450 mensuras.

La vecinalista indicó que a partir de esta situación es que solicitaron un encuentro para mañana, a las 18 horas, con la presencia del intendente Carlos Linares y el titular de Tierras, Alberto Parada. Allí solicitarán – ya que se hizo una presentación solicitando un terreno – que se avance en este tema para que por fin y de una vez por todas, puedan contar su propia sede.

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