El gobierno venezolano acusa a la oposición de estar detrás del ataque contra el cuartel

Hay ocho detenidos, uno de ellos hospitalizado. El ministro de Defensa venezolano reconoció que parte del grupo de atacantes logró sustraer algunas armas del recinto militar.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, denunció ayer que "activistas de la extrema derecha venezolana, en conexión con gobiernos extranjeros" estuvieron detrás del "ataque terrorista" de ayer a la madrugada contra un cuartel del Ejército en la ciudad de Valencia, a 170 kilómetros al oeste de Caracas, que los protagonistas calificaron como "una acción cívico militar para restablecer el orden constitucional".
En un comunicado oficial, el ministro explicó: "un grupo de delincuentes civiles portando prendas militares y un primer teniente en situación de deserción" lideraron el "ataque terrorista de tipo paramilitar" contra de la 41 Brigada Blindada del Ejército Bolivariano, ubicada en Valencia, estado Carabobo, según publicó la agencia de noticias estatal AVN.
Padrino sostuvo: "fueron repelidos en forma inmediata" por el personal militar de la misma base y que varios de los atacantes fueron detenidos, entre ellos el primer teniente, un suboficial "hace tres años fue separado de la institución por traición a la patria y rebelión".
Más tarde, el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, publicó una foto en su cuenta de Twitter de los siete detenidos, varios de los cuales tienen moretones y señales de haber sido golpeados en la cara. Además, el funcionario informó que un octavo arrestado se encuentra internado en un hospital.
No está claro si este suboficial es el mismo que se identifica como "capitán Juan Caguaripano" en un video, en el que los hombres que el gobierno identifica como atacantes anuncian al país que se han sublevado en contra de "la tiranía asesina de Nicolás Maduro".
No es la primera vez que el capitán Caguaripano aparece vinculado a una rebeldía. El Tribunal Militar 3° de Control de Caracas había emitido una orden para detenerlo en 2014 por su presunta participación en un plan para derrocar a Maduro.
Por ese plan, llamado el Golpe Azul, fueron enjuiciados tres generales de la Fuerza Aérea Bolivariana. Hasta esta mañana se desconocía su paradero.
El ministro de Defensa venezolano destacó: "parte del grupo (de atacantes) logró sustraer algunas armas y está bajo intensa búsqueda por parte de organismos de seguridad del Estado". Esto confirmaría las versiones de varios vecinos del cuartel en Valencia, que dijeron a medios internacionales haber escuchado ráfagas de disparos, aun cuando el chavismo anunciaba que la situación ya estaba bajo control.
Padrino no reveló los nombres de los presuntos atacantes, pero sí adelantó que estarían vinculados con la oposición. Según publicó en su comunicado, los detenidos "confesaron haber sido contratados en los estados Zulia, Lara y Yaracuy por activistas de la extrema derecha venezolana, en conexión con gobiernos extranjeros".
Horas antes, el dirigente chavista Diosdado Cabello había vinculado al senador estadounidense Marco Rubio con el ataque en Valencia.

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