El Mercosur pidió a Venezuela que abra el diálogo con los países del bloque

Amparándose en el Protocolo de Ushu-aia, los países que integran el Mercosur pidieron ayer a Venezuela iniciar un camino de diálogo con los integrantes del bloque, en el corto plazo. Fue en el marco de la Cumbre que se celebró en Mendoza. El documento final no trató la posible expulsión definitiva de ese país y tampoco reclamó que se suspenda la Asamblea Constituyente que Maduro convocó para el 30 de este mes, tal como reclamaba el Gobierno nacional.
En la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, que se celebró en Mendoza, los presidentes Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay le reclamaron al gobierno de Venezuela entablar un diálogo con el bloque y consensuaron un documento "instando al restablecimiento del orden institucional, la vigencia del Estado de derecho y la separación de poderes, en el marco del pleno respeto de las garantías constitucionales y los derechos humanos".
El documento, por expreso pedido del presidente uruguayo Tabaré Vázquez, buscó no parecer una injerencia en el gobierno venezolano y no fue firmado por el mandatario boliviano, Evo Morales, quien en su discurso había pedido "defender al Gobierno de Nicolás Maduro", ya que "fue electo por el voto popular".
Sin embargo, el gobierno de Mauricio Macri lo consideró un triunfo, porque finalmente se reconoció que en Venezuela "el orden institucional fue violentado", analizó una alta fuente del gobierno a Télam, quien también aseguró que la presión internacional sobre Maduro es imposible de negar.
Ya al inaugurar la sesión plenaria de la Cumbre ayer por la mañana, el presidente Macri había formulado un "llamado a la paz, a la libertad de los presos políticos y a la pronta implementación de un calendario electoral" en Venezuela.
Y había reiterado la "disposición (del Mercosur) para establecer entre el gobierno y la oposición un grupo de contacto para facilitar y mediar en un nuevo proceso de diálogo entre las partes en conflicto".
Por la tarde, en el cierre, se conoció que los cuatro socios fundadores del Mercosur no se limitaron a este llamamiento, sino que enviaron "una nota instando a Venezuela a tener un diálogo con nosotros en los términos del Protocolo de Ushuaia, y tenemos la expectativa de que sea en una plazo muy breve", informó el canciller Jorge Faurie en rueda de prensa.
Ese Protocolo, firmado por el Mercosur en 1998, contiene una Cláusula Democrática que vela porque no se violente la democracia en la región, y "obliga a que los países miembros hagan un proceso de consulta" con el Estado cuestionado.
Eso significa que le pedirán a Venezuela abrir una vía de diálogo formal con el bloque, y si no lo hace, podrían avanzar en su suspensión definitiva (ahora pesa una suspensión transitoria por decisión unánime del bloque) como había adelantado el jueves el canciller argentino.

ARGENTINA QUERIA UNA POSICION MAS DURA

El documento final de la cumbre, sin embargo, no habló explícitamente de la "suspensión definitiva" del Mercosur. Tampoco reclamó que suspenda la Asamblea Constituyente que Maduro convocó para el 30 de este mes, ni puso ese plazo como ultimatum, como reclamaba la delegación argentina, sino que se habló de "no llevar a cabo ninguna iniciativa que pueda dividir aún más a la sociedad venezolana o agravar conflictos institucionales".
Además, allí, los cuatros estados parte, más Chile, Colombia, Guyana y México (presentes en la cumbre) hicieron "un urgente llamado al cese de toda violencia y a la liberación de todos los detenidos por razones políticas, instando al restablecimiento del orden institucional, la vigencia del Estado de derecho y la separación de poderes, en el marco del pleno respeto de las garantías constitucionales y los derechos humanos".
El canciller Faurie destacó el acuerdo logrado "instando al diálogo en un plazo particularmente breve" en busca a una solución a la crisis sociopolítica en Venezuela.
"Cuando uno hace una convocatoria no es el mejor camino hacerlo con un ultimátum" fue la conclusión de Faurie,
"Tenemos claros los pasos a seguir pero no vamos a convertir esta convocatoria en un ultimátum", agregó en la rueda de prensa al cierre del encuentro.
Según reconocieron los funcionarios argentinos, esos cambios de último momento fueron por pedido del presidente uruguayo, que reclamó que no hubiera nada que pudiera ser leído como injerencia en el gobierno de Venezuela, y quedó así en una posición distinta a la que pedían Argentina, Brasil y Paraguay.
De todos modos, con los cambios se logró el consenso y Argentina lo consideró un triunfo, porque hace dos años "Maduro tenía apoyo o había silencio, y ahora se expresó un rechazo fuerte a su régimen", sostuvo a Télam una alta fuente del Gobierno. "Si lo pedíamos dos años atrás, quedábamos en soledad", agregó la misma fuente.
En la delegación argentina sin embargo, reconocieron el cambio de tono entre el jueves y ayer.
"El documento no fue tan duro como quería Argentina", reconoció a los medios argentinos el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.
Ahora será Brasil (a cargo de la presidencia temporaria del bloque desde ayer) el que deberá conducir un diálogo con Venezuela (si llegará a concretarse) o iniciar un proceso sancionatorio como reclaman tres de los socios fundadores del Mercosur.

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