La actividad presidencial estuvo concentrada en la Casa Rosada, donde por la mañana recibió a más de treinta etnias de pueblos originarios en el Museo del Bicentenario, entre ellas la que es liderada por el qom
Félix Díaz, quien sostuvo que la reunión fue un hecho histórico para las comunidades indígenas.
Durante el encuentro, Macri reafirmó su intención de empezar una nueva etapa en la relación, y agregó: Estamos acá porque sentimos que hay mucho para ganar. Si realmente empezamos a escucharnos, empezaremos a entender cuáles son las distintas necesidades y empezar a construir un camino distinto.
Queremos que el aporte de cada uno de nosotros cuente, pese, sea reconocido, sea importante para que otro argentino u otro pueblo originario puedan crecer y desarrollarse. Así que el mejor de los éxitos, feliz año, espero que realmente el 2016 lo recorramos y al fin del año podamos mirar atrás y decir: la verdad que empezamos a construir algo diferente, agregó.
Una hora después, el Presidente se reunió en su despacho con miembros de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) sobre diversos temas de la actualidad social, según confió un vocero de la curia porteña.
Asistieron el titular de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo; el vicepresidente primero, arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, cardenal Mario Poli; el vicepresidente segundo y arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello; y el secretario general y obispo de Chascomús, Carlos Humberto Malfa.
El temario de los obispos incluyó la preocupación de la Iglesia sobre la erradicación de la pobreza, la lucha contra el narcotráfico, la necesidad de amistad social y la integración regional y con el mundo, según detalló el vocero episcopal Pedro Brasseco.