Emma Jara es la primera comodorense de 2016

Consultar por los nacimientos del día es la ronda obligada cada 1° de enero, una fecha en la que con minutos de diferencia se registran dos o tres partos al menos para cuando da el mediodía, en una ciudad donde se producen cerca de 300 alumbramientos mensuales. Este 2016, sin embargo, el primer comodorense del año se hizo esperar, tal vez porque se trata de una mujer: Emma Agustina Jara.
Verónica Gabriela García supo sobre las 8 de la mañana que estaba por recibir a Emma, una semana antes de lo previsto dado que la esperaban para después de reyes, el 7 de enero. Con 29 años se convirtió en mamá por segunda vez, de una beba de 3,295 kg que no tendrá uno sino dos guardianes: su hermano Nehemías, de 6 años, y su papá, Víctor Jara.
Los festejos familiares de la noche previa desencadenaron el momento en que Emma quiso ver el mundo, y con sus 40 semanas de gestación vio la luz del primer día de 2016 en la sala de partos del Hospital Regional, para alojarse luego en la habitación 212.
El primer bebé de Verónica había pesado más de 4 kilos, aunque sostuvo que a pesar del kilo de diferencia de todas maneras no fue fácil con su niña a pesar de un trabajo de parto breve: había ingresado al Hospital a las 10, y a las 11.40 Emma ya lloraba en sus brazos.
La pareja lleva diez años junta. En octubre se cumplió el aniversario del día en que la neuquina conoció a Víctor en un boliche local, sin sospechar siquiera a sus entonces 19 años que con ese chico cuyo nombre encerraba todo un mito (por el artista chileno cruelmente asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet) construiría la familia que ayer daba la bienvenida a su cuarta integrante.

ENTRE MUJERES
De ambo rosa, el que eligió sobre las 8 de la mañana para vestir casi en un acto premonitorio, Analía Maimo es la partera que ayudó a alumbrar a Emma. Tiene 35 años, pero talle y facciones adolescentes, y una cálida energía que no da atisbo de la noche de guardia pasiva que venía de pasar en una clínica privada.
La víspera y primeras horas del nuevo año no habían traído nacimientos en Comodoro, con lo que pudo pasar la noche vieja con su familia y dormir lo suficiente como para reportarse en el Regional a las 9, donde casi 3 horas después acompañaría el primer nacimiento del año, como ya lo había hecho el 1° de enero de 2015, cuando sobre las 3 de la mañana coronó el varón N° 1 de la ciudad.
Con esa experiencia previa, sabía que el nacimiento de Emma iba a ser atestiguado en los medios locales, con lo que comunicó el peso de la niña y sus 49 centímetros con la alegría esperable en quien tiene un lazo afectivo con la criatura; aunque sin dudas lo habrá tenido, al menos en esos minutos en los que sus manos fueron el primer contacto con el mundo, que con todas sus promesas, recibió nuevamente a un bebé.

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