En el asalto a una tienda del barrio Moure asesinan a uno de los hijos de los dueños

John Blas Gutiérrez, un ingeniero en petróleo recibido hace poco tiempo en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, fue asesinado de un disparo el viernes a las 20:30 durante un robo a la tienda de sus padres, en la calle César Campoy al 2.600. Dos delincuentes que simularon ser clientes eligieron algunas camperas y uno de ellos sacó un arma. El ladrón le pegó un tiro en el pecho al joven que recién llegaba de su trabajo en YPF y le asestó un disparo en la pierna izquierda a su padre, Marcial Blas. Horas después la policía detuvo como sospechosos a dos individuos del mismo sector, identificados como Enzo Uranga y Lautaro Hernández. La Brigada de Investigaciones secuestró ayer ropa con sangre en un domicilio cercano y recuperó una de las camperas robadas.
John Blas Gutiérrez tenía 27 años y pertenecía a una familia de origen boliviano. En 2016 se había recibido como ingeniero en petróleo en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y realizaba su primera experiencia profesional en YPF. Trabajaba durante toda la semana en el yacimiento Los Perales y recién los viernes regresaba a su vivienda del barrio Moure para pasar el fin de semana con sus padres y sus dos hermanos.
El viernes a las 20:30 cuando arribó de su trabajo, John bajó a la tienda "Rodrigo" que atienden sus padres en la planta baja de la vivienda en la que residen, en César Campoy 2346. Allí encontró la muerte a manos de dos delincuentes.
Es que en ese momento, dos jóvenes del barrio habían ingresado al comercio luego de insistir para que Estela Gutiérrez, su madre, les abriera. Decían que tenían plata y que iban a comprar. La mujer los reconoció que eran los pibes que siempre estaban en la esquina y los dejó entrar, pero ya acompañada de su marido Marcial Blas.
El asesino, según describió una de las víctimas, medía alrededor de 1,70 de estatura, era delgado y vestía una remera muy llamativa con detalles de hojas de marihuana, mientras el que lo acompañaba era robusto y un poco más bajito.
Los supuestos clientes comenzaron a probarse varias camperas y zapatillas. En esos momentos apareció otro de los hijos de Estela y Marcial. El joven iba a dejar su bebé a la vivienda de sus padres y cruzó mirada con los delincuentes que hasta ese momento fingían ser compradores.
El más alto de los dos ladrones, según Estela, sacó un arma y gritó: "esto es un asalto, dame toda la plata". Luego le apuntó a John, quien estaba del lado de adentro de la puerta del local y le pegó un tiro a la altura del pecho. Después se dio media vuelta y le disparó a Marcial en la pierna izquierda.
Tras disparar, el delincuente pidió dinero. La familia Blas Gutiérrez en ningún momento se resistió al robo. Y eso es lo que más indigna al vecindario. Estela le gritó que no tenía dinero, por lo que los delincuentes se robaron dos camperas y un par zapatillas de lona.
Los dos asaltantes corrieron en dirección a la calle Cayelli, detrás de la cancha del club Roca mientras padre e hijo heridos fueron trasladados por un tío en su vehículo particular al Hospital Regional, donde sobre las 23 del viernes se confirmó la muerte del joven ingeniero. Su padre, en tanto, fue dado de alta en la mañana de ayer.
Uno de los hermanos de John, le comentó a El Patagónico que cuando escuchó los disparos, salió con un palo de la planta alta de la casa, pero los asesinos ya se habían ido.

"SOMOS GENTE
DE TRABAJO"
"Somos gente de trabajo, somos buenas personas, los únicos que hacen quilombo son los de la esquina, suman causas pero siguen sueltos", se quejó el hermano de la víctima.
"Pedimos que queden detenidos. Esto es cosa de todos los días. Acá hay muchos comercios y todos han sido víctimas de sus actos vandálicos, de la delincuencia. Ojalá que se haga Justicia", pidió el hermano de John, quien se convirtió en la cuarta víctima de homicidio en lo que va de este año en Comodoro Rivadavia.
"En tienda Sofía (ubicada en la misma calle) también entraron. Se hacen los que van a comprar, le preparás la bolsa, por ahí cuando tienen plata te pagan o por lo general se llevan las bolsas sin pagar. En los almacenes agarran, sacan bebidas alcohólicas y se van como si nada, no pagan. Si no le querés abrir la puerta empiezan a putear, empiezan a bardear", denunció el joven.
A John la bala le perforó el corazón, el diafragma torácico, un pulmón y el hígado. El asesino le disparó de arriba hacia abajo, según la autopsia.
La policía demoró el viernes por la noche a tres sospechosos y dos de ellos quedaron detenidos por su presunta vinculación con el homicidio. Se trata de Enzo Martín Uranga (20) y Lautaro Hernández (21), quienes hoy serán sometidos al correspondiente control judicial de detención.
"Los vecinos estamos unidos, vamos a hacer algo al respecto, colocar una alarma comunitaria, algo vamos a hacer porque esto es algo de todos los días. El de la esquina se ve que es amigo, es vecino nuestro, pero es un aguantadero ahí, se juntan a chupar, hacen joda", reclamó el hermano de la víctima.
Ayer muchos ciudadanos bolivianos se acercaban a la vivienda de la familia Blas Gutiérrez a acompañarlos en el dolor.
Mientras los amigos de la familia se acercaban a la casa, la tienda permanecía con candado. Una vecina de la cuadra que caminaba con una niña de la mano contaba entre sollozos que John "era una excelente persona".
De fondo sonaban los tambores de la murga en la Vecinal del Moure. Y unos metros más allá, personal policial de la Seccional Sexta y la Brigada de Investigaciones realizaban tres allanamientos. En la requisa de uno de los domicilios, donde reside el joven que fue demorado junto a los dos sospechosos, en la calle Wilfredo Andrade, los investigadores encontraron ropas con manchas de sangre y hasta se secuestró una de las camperas robadas en la tienda "Rodrigo".

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