Purmamarca se ubica en el punto medio de la Quebrada de Humahuaca, a unos 65 kilómetros al norte de la capital jujeña, entre sus circuitos más recorridos se destaca el imponente cerro de siete colores.
Purmamarca, "Pueblo de la Tierra Virgen" en lengua aimará, está enclavada al pie del policromático Cerro Siete Colores, que le otorga el contraste turístico ideal, por deleitar los sentidos de los visitantes que pasan por la localidad.
El ejido urbano con construcciones de adobe y techos de cardón con tortas de barro, fue trazado en torno a la iglesia principal de 1648, consagrada bajo Santa Rosa de Lima, hoy declarada Monumento Nacional, por su disposición arquitectónica y por las pinturas e imágenes cuzqueñas que posee en su interior.
Sobre su plaza funciona permanentemente la feria artesanal donde es posible adquirir artículos regionales como vasijas, alfombras confeccionadas en telares, ponchos, instrumentos musicales y ropa típica de la quebrada.
El pueblo de orígenes prehispánico, también invita a desandar el Paseo de los Colorados, sendero de tres kilómetros por la quebrada de El Repaso, donde se podrá disfrutar de múltiples referencias geológicas de 600 millones de años.
Originado alrededor de setenta y cinco millones de años atrás, y conformado por sedimentos marinos, lacustres y fluviales que fueran depositándose en la zona durante siglos, el Cerro de los Siete Colores aparece en Purmamarca como un maravilloso telón de fondo. Sus capas sedimentarias de diferentes tonalidades constituyen una de las mayores atracciones naturales del noroeste argentino. Es único en la región y en el resto del país. En sus inmediaciones pueden realizarse apasionantes safaris fotográficos, caminatas, cabalgatas y hasta recorridos en bicicleta. Se puede acceder a él en vehículo o en excursiones exigentes del propio esfuerzo físico.
Desde este lugar los visitantes podrán partir hacia la Cuesta del Lipán, tramo zigzagueante y empinado de la Ruta nacional 52, donde se alcanza una altitud de 4170 msnm, para luego llegar a Las Salinas Grandes, inmensidad blanca de la puna jujeña, y continuar la aventura por el Paso de Jama, en la frontera con Chile.
Por los alrededores de Purmamarca se pude disfrutar del paisaje realizando trekking, cabalgatas o excursiones de turismo contemplativo por el lecho del río homónimo.
El itinerario cultural que presenta Purmamarca tendrá como atractivo el Festival del Queso previsto para fines de enero, para luego el próximo 6 de febrero las comparsas del pueblo desenterraran el diablo de carnaval.
Una interesante infraestructura en alojamiento y la distintiva gastronomía, completan la oferta turística de Purmamarca.