En España, Alfonso Prat-Gay pidió "disculpas" por expropiación de YPF

Asegurando haber heredado una economía "con cepos por todos lados", Prat-Gay fijó entre sus prioridades reducir el déficit público, frenar la inflación, erradicar la pobreza y, ante todo, restablecer la seguridad jurídica.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, se disculpó ante España por las políticas del anterior gobierno kirchnerista, este lunes en Madrid durante en una visita que busca recuperar la confianza de los inversores en la Argentina.
"Respecto a la relación con España, no tengo más que empezar por pedirles disculpas por los últimos años", dijo durante un encuentro con responsables políticos y empresariales españoles.
Y aseguró que el gobierno de Mauricio Macri quiere "restablecer los lazos" bilaterales tras los "abusos de todo tipo" cometidos por el ejecutivo de Cristina de Kirchner.
Entre ellos, lamentó la expropiación en 2012 del 51% de YPF, que pertenecía a la petrolera española Repsol.
"Fue realmente un disparate", fustigó. "Es una de las manchas de la gestión anterior que le costó muy caro a nuestro país, no solo reputacional sino financieramente", aseguró.
La Argentina pagó a la petrolera española en 2014 con la entrega de bonos por más de 5.000 millones de dólares.
Otras renacionalizaciones de los gobiernos Kirchner incluyeron a Aerolíneas Argentinas, que era propiedad del grupo español Marsans, y a Aguas y Saneamientos Argentinos, controlada por la francesa Suez y la española Agbar.
Asegurando haber heredado una economía "con cepos por todos lados", Prat-Gay fijó entre sus prioridades reducir el déficit público, frenar la inflación, erradicar la pobreza y, ante todo, restablecer la seguridad jurídica.
Es un "esfuerzo de Argentina de volver a pertenecer al mundo", alentó Eduardo Caride, presidente para Hispanoamérica del gigante de las telecomunicaciones español Telefónica.
Pero "no podemos hacerlo solos", subrayó Prat Gay. "No sólo porque en algunos capítulos no tenemos la experiencia, sino porque nos falta también el capital", dijo, precisando que el país necesita una inversión del 25% de su PIB (es decir, unos 125.000 millones de dólares) para "crecer fuertemente", frente al 19% registrado en 2015.
Prat Gay invitó así a los empresarios españoles a comprobar "de primera mano" la posibilidades de inversión en sectores como telecomunicaciones, energía, finanzas, turismo o infraestructuras.
Con casi 9.000 millones de dólares en 2013 y cerca de 300 empresas implantadas, España es el segundo inversor extranjero en Argentina detrás de Estados Unidos, recordó la número dos del gobierno conservador saliente, Soraya Sáenz de Santamaría, dando la bienvenida a la que calificó como "nueva Argentina".
"El gobierno de Macri marca un antes y un después", consideró, congratulándose que Argentina haya dejado "atrás modelos obsoletos que sólo son garantía de mala gestión". "Y ¿por qué no decirlo?, también de fuertes deterioros democráticos", agregó.

"REGENERACION ECONOMICA"

Acompañado por la vicepresidenta del Ejecutivo del Partido Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, quien calificó el programa de gobierno de Cambiemos como de "regeneración política y económica", el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, se presentó en el Forum Nueva Economía, una organización de debate que suele congregar en el Hotel Ritz a la élite política y económica española.
"Queremos que España gane a Estados Unidos", afirmó Prat Gay, animando a los empresarios españoles a competir por el lugar de primer inversor en la "nueva" Argentina, que ofrece "vastas oportunidades". "Argentina está de vuelta", proclamó el ministro en su primer contacto con empresarios en la capital de España y adelantó que Macri visitará el país "antes de enero".
El ministro insistió acerca de la "pesada herencia y el derroche del gasto", pero reconoció que la Argentina "no tiene un problema de recursos, por lo cual el programa del gobierno es reducir algunos impuestos en sectores clave". Más adelante reconoció que el gobierno recibió "un nivel de deuda pública históricamente bajo", que "permite financiarnos con gradualismo".
"Tenemos un programa ambicioso, porque mejorar las cuentas en una economía estancada -no hay expectativas de crecimiento- es mucho más ambicioso que en una economía en expansión. Para el próximo año tenemos un objetivo de déficit de 3,3 por ciento del PIB, para cerrar en 2019 con un 0,5 por ciento", precisó.

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