Ex jugador de Newbery fue brutalmente golpeado por un hincha

Patricio Mángano, jugador de Sansinena, denunció que un hincha lo atacó con un hierro el sábado-justo en su cumpleaños 34-, tras una discusión por el club de Cerri. El volante central vistió la camiseta de Jorge Newbery en el año 2010.

Patricio Mángano, recibió arteros golpes en su cuerpo por parte de un hombre con el que había discutido vía Facebook, tras una derrota del equipo de fútbol. "Después del primer partido ante Bella Vista, por la Copa Argentina, esta persona escribió en Facebook en contra de Sansinena y los dirigentes. Teniendo en cuenta que es alguien que ayudaba al club, mi señora le escribió para que se acercara a colaborar, en vez de criticar. Allí, comenzó a desubicarse y agredió verbalmente a mi señora", comenzó el relato a La Nueva.

"Como todavía me duraba la calentura por la derrota, al otro día trabajé de 9 a 21. Cuando volví a casa me encontré con eso. A mí me puede decir lo que quiera, porque uno entiende cómo es el fútbol, pero no iba a permitir que agrediera a mi señora, por eso es que salí a responderle y cruzamos agresiones", agregó.

El detonante fue este sábado al mediodía. Con la idea de celebrar su cumpleaños, Mángano fue a hacer compras a un supermercado de la calle Gurruchaga. "Salí con las bolsas para cargarla en la camioneta y, de pronto, bajó este tipo de un auto, con un fierro de un metro y comenzó a pegarme. Me abrió la cabeza, me golpeó en la espalda y los brazos, porque quería defenderme. Incluso atiné a levantar la cabeza para responder, pero cuando ví que tenía un arma en la cintura se me terminó el héroe", narró.

Patricio vistió la camiseta "aeronauta" en el Torneo del Interior 2010 que disputó Jorge Newbery. El jugador llegó al club comodorense luego de jugar para Deportivo Madryn. En aquél entonces, el entrenador del "Lobo" era Gustavo Echaniz.

"Estaba tan sacado que se les zafaba a quienes intentaban frenarlo. Había mucha gente a esa hora y, por suerte, todos se ofrecieron a colaborar y salir como testigos del hecho", dijo.

En el lugar se encontraba un enfermero, que le realizó las primeras curaciones y luego lo trasladó hacia la unidad sanitaria de Cerri. "Me duelen mucho las costillas y la cabeza, pero ya estoy cuidado y mimado en mi casa. Quiero que esto termine ya. Por suerte, Dámaso Larraburu me dio una mano importante y ahora quedará todo en manos de la justicia. Agradezco que estaba solo y no con mi hijo", finalizó.

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