"Jamás presté ni alquilé armas a Los Nieves", asegura el peluquero

Ricardo Coliboro, a quien la Brigada de Investigaciones le secuestró nueve armas de fuego en su vivienda de calle Los Perales al 900 y un pistolón en su peluquería del barrio Máximo Abásolo, desmiente que provea de armas a integrantes de la familia Nieves, ni a nadie. "Jamás de acá salió un arma, eso se va a ver en el peritaje", afirmó. Admitió que algunos de los hermanos Nieves van a cortarse el cabello a su peluquería, como lo hacen otros jóvenes del barrio.
El peluquero Ricardo Coliboro, a quien la Brigada de Investigaciones le secuestró el jueves a la mañana nueve armas de fuego en su casa de Los Perales al 900 y un pistolón calibre 12 en la peluquería de Los Pensamientos al 900 del barrio Máximo Abásolo, afirmó ayer, en diálogo con El Patagónico: "nunca les alquilé ni les presté armas a los Nieves".

"Jamás de acá salió un arma, eso se va a ver en el peritaje. A mí me parece que me quieren hacer mierda. Hace rato me quieren voltear estos por algún puterío. Creo que cayó uno preso y dijo que yo tenía armas cuando lo recagaron a palos los policías hace un tiempo y ahí empezaron a correr la bola de que yo tenía armas", sospecha Coliboro.

Ayer el peluquero mostró su licencia de legítimo usuario que vence en 2020 y también las cédulas de siete armas. Lo que sí admitió es que no puede acreditar la tenencia de las otras tres armas que le secuestraron. Una de ellas es una de puño calibre 22 que según él estaba toda desarmada, un revólver 22 que había sido encontrado por su hijo en el campo y que estaba reparando, y un pistolón calibre 12 que afirma que se lo había sacado a un ebrio en la peluquería.

"En la peluquería encontraron un pistolón que se lo saqué a un borrachito que se quedó dormido en el sillón, se le salió la culata para afuera y se lo saqué y quedó ahí. Un pistolón calibre 14. Yo necesito tener el fierro para poder defenderme", afirmó Coliboro.

Hace dos años que tiene la peluquería en el Abásolo. Cuenta que le da una ganancia de unos 2.000 pesos por día. Con eso compra las armas y hasta las balas para mantener su pasión en los campos. Antes, durante cinco años, cortó el cabello en la parte alta de La Floresta.

Afirma que los hermanos Nieves son sus clientes como cualquier pibe del barrio. Incluso corta el cabello a jóvenes del sector con antecedentes judiciales.
"Nunca se portaron mal conmigo, pero no por eso yo les voy a andar prestando armas para que vayan a cagar a tiros a otros. Yo los aconsejaba; les decía 'déjense de joder; les van a pegar un tiro y los van a matar'", reveló Coliboro.

"Yo no ando en nada, cero causa en la policía. Y si tuve alguna denuncia en la policía, salí sobreseído. Jamás se las alquilé a los Nieves ni a nadie; ni a mi hermano le prestó las armas. Están equivocados porque no sé quién dio ese dato, me gustaría saber quién fue", insistió.

"QUE NO ME METAN EN QUILOMBOS"

Cuenta que conoce al padre de los Nieves y al de los Palomo. "Que ellos hagan su vida, pero que no me metan en quilombos porque tienen quilombos en todos lados. ¿Qué van a pensar todos los otros? Yo soy una persona pública, estoy en la peluquería con la puerta abierta; mira si vienen y me meten un 'cuetazo' por la espalda", teme el peluquero.

Su familia también tiene miedo por su seguridad a partir de lo que ha trascendido. La Policía Científica secuestró las diez armas para ser peritadas. "Hagan las pruebas que quieran, yo no alquilaría las armas con papeles", reiteró Coliboro.

"Son lindas las armas, me gustan las armas. Ni antecedentes tengo. Yo jamás presté ni alquilé las armas a los Nieves", repetía ayer frente a El Patagónico.
Coliboro está molesto porque afirma que en el allanamiento la policía le mató un perro que estaba atado a una cadena. Fue antes de ingresar a la vivienda. Una vez que ingresaron afirma que él mismo le señaló dónde tenía todas las armas. "No tengo nada que esconder", advirtió.

Arriba de la mesa mostraba las tarjetas de una 380 que se compró a fines del año pasado, el de un revólver 38 "Taurus", el de una 40 PLG "Smith & Wesson", un Winchester 357/38 Special y un fusil 308 con mira telescópica, entre otras.

"Si ellos hubiesen agarrado a alguien con las armas mías yo no tengo drama que vengan, pero las encontraron en mi casa", argumentó.
Cuenta que hace tiempo le robaron una pistola 9 milímetros y que hizo la denuncia en la Seccional Cuarta.
Respecto al allanamiento del jueves, sostuvo: "acá hubo una denuncia mal hecha, si le hacen las pericias se van a dar cuenta que las armas nunca salieron de acá".


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