La OMS insta a los países a proteger la salud contra el cambio climático

Según estimaciones del organismo mundial, el cambio climático ya está provocando decenas de miles de defunciones cada año, como consecuencia de modificaciones en las características de las enfermedades, fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor e inundaciones, y la degradación de la calidad del aire, los suministros de agua y alimentos y los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-21), ofrece al mundo una importante oportunidad, no sólo para alcanzar un sólido acuerdo internacional sobre el clima, sino también para proteger la salud de las generaciones presentes y futuras. La OMS considera que el tratado será un importante instrumento de salud pública que permitirá salvar vidas en todo el mundo.
La OMS estima que en 2012 unos 7 millones de personas murieron por enfermedades relacionadas con la contaminación del aire, lo que convierte ese fenómeno en el mayor riesgo para la salud medioambiental. Se prevé que entre 2030 y 2050 el cambio climático provoque otras 250 000 defunciones anuales por paludismo, diarrea, calor extremo y desnutrición. Los niños, las mujeres y los pobres de los países de bajos ingresos serán los grupos más vulnerables y afectados, lo que agravará las desigualdades en materia de salud.
Los medios para hacer frente al cambio climático son conocidos y están bien documentados, y podrían reportar importantes beneficios sanitarios. Como lo ilustra la nueva serie de la OMS sobre cambio climático y perfiles nacionales de salud, las inversiones en el desarrollo con bajas emisiones de carbono, las energías renovables limpias y el fortalecimiento de la adaptación al cambio climático también son inversiones en salud.
La aplicación de intervenciones de eficacia demostrada orientadas a reducir las emisiones de contaminantes climáticos de corta vida tales como el hollín y el metano (por ejemplo, el establecimiento de normas más exigentes relativas a emisiones y eficiencia de los vehículos) podría salvar unos 2,4 millones de vidas cada año y reducir el calentamiento global aproximadamente en 0,5 ºC para 2050.
Sin embargo, en las conversaciones sobre el cambio climático aún no se está prestando suficiente atención a las profundas consecuencias sanitarias.
Si los países adoptasen medidas firmes para afrontar el cambio climático y al mismo tiempo protegieran y promoviesen la salud, lograrían conjuntamente no sólo que el planeta se mantuviera ambientalmente intacto, sino que el aire fuera más limpio, el agua dulce y los alimentos más abundantes e inocuos y los sistemas de salud y protección social más eficaces y equitativos, y consiguientemente, las personas más sanas.

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