La Pitbull que mordió a la nena fue llevada a un dispensario canino

Los vecinos del barrio Moure ratificaron ayer su preocupación por las heridas que recibió la nena de dos años por parte de una perra de raza Pitbull que estaba preñada y fue llevada a un dispensario canino porque su dueño se desentendió de ella ya que teme represalias.
El miércoles por la tarde una nena de 2 años fue mordida por una perra de raza Pitbull cuando ingresó al patio de su vecino para jugar. Los terrenos están divididos por una malla de alambre tejido, por lo que no tuvo inconvenientes para pasar.
Cuando se encontraba del otro lado, la perra la mordió en reiteradas oportunidades provocándole serias heridas en su abdomen. Los gritos de la niña alertaron a los vecinos que acudieron en su ayuda.
"Tuvimos que pegarle porque no quería soltar a la nena. Era desesperante porque no sabés que puede hacer un animal con la fuerza que tiene", dijeron los vecinos del sector, quienes luego alertaron a los efectivos policiales de la Seccional Sexta de esta ciudad.
La pequeña fue trasladada por sus familiares hasta el Hospital Regional, donde los médicos le suturaron las heridas y permaneció internada hasta el mediodía de ayer.
Por su parte, los uniformados tuvieron que quedarse en el lugar ya que los habitantes del lugar querían tomar represalias contra el dueño del animal. En un momento hasta se temió que pudieran prenderle fuego a su vivienda y demás pertenencias.
"No es la primera vez que pasa algo con ese animal. La tiene atada y cuando está suelta la perra no sabe qué hacer. Es una fiera enjaulada. Los chicos ya no pueden pasar por el frente porque tienen miedo que salga y los muerda", manifestaron ayer a El Patagónico los vecinos indignados.
"La hace tener crías 'al cohete'. La casa está sola durante mucho tiempo. Muchas veces no reciben ni agua ni comida. Tiene al animal para cuidar la vivienda, pero no se dan cuentan que un día puede matar a alguien. La gente no entiende. Después se quejan cuando uno les va a reclamar que mordió a uno de sus hijos", añadieron.
DESPEGARSE
El trabajo de los agentes de la Seccional Sexta permitió que los ánimos se calmaran cuando el animal fue retirado de su domicilio para ser llevado a las áreas de Bromatología y Veterinaria del municipio.
La perra fue examinada para asegurarse que la pequeña no corriera ningún tipo de riesgo. El chequeo veterinario estableció que había sido madre hace poco y que estaba preñada nuevamente, por lo que quedará alojada en un dispensario canino ya que el dueño ahora no la quiere de regreso en su domicilio porque le teme a la ira de los vecinos.
Estos aprovecharon ayer la presencia de El Patagónico en su barrio para expresar su preocupación a este medio por la gran cantidad de animales que circulan en sus calles.
"Esta vez la nena se salvó, pero estamos esperando que pase algo peor para que dejen de tener estos animales atados y encima matándolos de hambre. Uno ya no sabe si cuidarse de los chorros, o de los perros de la gente", sostuvieron.
"Uno entiende que la situación es difícil en el barrio, pero hay que tener conciencia de que muchos chicos juegan en la calle. ¿Qué hacemos si un día matan a uno? ¿Quién se hace cargo? No podemos tener una bestia de estas si tu patio no está bien cerrado o muerto de hambre", agregaron.
Por su parte el dueño del animal manifestó su preocupación por la hija de su vecina y aseguró que el animal estaba en las mejores condiciones y que nunca pasó hambre. Asimismo, confesó que teme que sus vecinos tomen represalias contra su vivienda si vuelve a traer a la perra a su domicilio. Por eso se desentendió de su suerte.

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