Le volvieron a negar la domiciliaria a la joven imputada por el homicidio de su expareja

A pedido de la defensa que asiste a Juliana Uribe –imputada por el homicidio de su ex pareja Samuel Ovejero–, ayer un tribunal colegiado revisó la resolución del juez natural y por unanimidad resolvió confirmarla en todos sus términos. Se pidió el arresto domiciliario al considerar que no existe peligro de fuga, pero los revisores entendieron que además de éste se da también el peligro de entorpecimiento.
La audiencia de revisión de Juliana Uribe (19) se desarrolló en los términos del artículo 236 del Código Procesal Penal, a pedido del defensor particular Mauro Fonteñez, lo cual supone que sea un tribunal colegiado el encargado de revisar la resolución dictada por el juez natural, Martín Cosmaro,
La Oficina Judicial designó para esa tarea a los jueces penales Daniela Arcuri y Mariano Nicosia, mientras que el Ministerio Público Fiscal estuvo a cargo del fiscal general, Adrián Cabral.
En ese contexto, el defensor solicitó que se revoque la resolución dictada el domingo por el juez natural, quien la dispuso por tres meses y la fundó en que existen elementos de convicción suficientes para tener a Uribe como probable autora del hecho que le fue imputado por la Fiscalía y por considerar que se dan los presupuesto que sustentan los peligros procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación.
A criterio de la defensa, tal peligro de fuga no existe y recordó que fue su asistida quien trasladó a la víctima al Hospital Regional –donde finalmente falleció cerca de las 3 de la mañana del sábado– y descartó que hubiera intentado escaparse, explicándose que la decisión haría sido de irse por temor a la reacción que pudieran tomar los familiares de Samuel Ovejero (26).
En el informe social que se presentó durante el control de detención quedó acreditado el arraigo de Uribe, la contención familiar, su condición de madre de una niña de 2 años y 6 meses, lactante aún, algo que fue puesto de manifiesto ayer ante el tribunal colegiado para solicitar que se revoque la prisión preventiva y se cautele el proceso con el arresto domiciliario.
También se refirió a la calificación provisoria del hecho, a las lesiones que presenta su asistida y a la probable mutación de dicha calificación a legítima defensa y homicidio con exceso en legítima defensa.
La Fiscalía se opuso a la morigeración y solicitó que se confirme la resolución del juez natural en todos sus términos, como así también la prisión preventiva dictada por el término de 3 meses y fundada en la existencia de los peligros de fuga y entorpecimiento de la investigación, todo lo cual fue compartido por el tribunal revisor, cuyos integrantes ratificaron la resolución dictada el domingo.

EL HECHO

Según el fiscal Cabral, el hecho se inició a las 2:20 del sábado cuando se encontraron Ovejero y Uribe en Chazarreta y Ortego, en el barrio Máximo Abásolo, y basado en los testimonios que recogió, sostuvo que Uribe a bordo de la Ford EcoSport pasó en varias oportunidades por afuera de la vivienda de la víctima; aceleraba el vehículo y después se retiraba, lo cual se interpretó como una provocación.
La misma versión indica que Ovejero salió la calle y se subió a la camioneta donde discutió con la imputada, de quien se había separado hace dos meses y tenían una pequeña hija en común, quien también se hallaba en el vehículo esa noche mientras discutían y al ver esa situación la abuela materna decidió llevársela.
El relato fiscal sobre el homicidio indica que Uribe le efectuó a Ovejero dos puntazos a la altura del tórax, pero al llegar al lugar uno de los hermanos de herido, Uribe se encargó de trasladar a su expareja hasta la guardia del Hospital Regional, con el acompañamiento de un patrullero de la Seccional Sexta. Allí fue demorada por la Policía para averiguación de antecedentes y posteriormente se ordenó su detención.

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