Según la información a la que accedió El Patagónico, Currumil había sido detenido el sábado a las 0 por atentado y resistencia a la autoridad al golpear a un policía en la misma comisaría de Camarones en donde lo habían identificado ya que tiene causas por robo, abigeato y daños en Trelew de donde es oriundo.
Por jurisdicción, el sábado fue llevado a la audiencia de control de detención y formalización de la investigación en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia y allí fue asesorado por la defensora Claudia Torrecillas. Tras la imputación, la juez penal Daniela Arcuri le otorgó la libertad.
Sin embargo, ya en los pasillos de la Oficina, Currumil pidió volver a ingresar a la sala para realizar una consulta a su defensora. Allí se encontró con otra defensora quien se disponía a llevar a cabo la defensa de otro detenido. Realizó la consulta, pero a la vez le hurtó el teléfono celular de la abogada.
Cuando la representante de la Defensa Pública se percató de que le faltaba el teléfono, rápidamente los policías que efectuaron seguridad en el lugar sospecharon de Currumil, el único que había ingresado a la sala por esos momentos.
De ese modo, se contactó al policía que le realizaba la custodia personal a Currumil en otros trámites y le comentaron la situación. El sospechoso en ese momento ya estaba en la Oficina de Identificaciones. En ese lugar, pidió ir al baño. Allí se deshizo del cobertor del teléfono celular que fue arrojado al inodoro, tal como lo comprobó el policía que los custodiaba.
Sin "levantar la perdiz", el policía hizo volver a Currumil hasta la Oficina Judicial, distante solo una cuadra del lugar. Y allí llamaron al teléfono de la defensora oficial. El teléfono sonó. Currumil llevaba el teléfono oculto en uno de sus calcetines.
Inmediatamente reconoció el delito, Policía de la Seccional Tercera realizó las actuaciones, la Policía Cientifica secuestró el teléfono, la defensora Bórquez realizó la denuncia en la oficina de la Fiscalía que tiene en el recinto judicial y Currumil fue otra vez ingresado a una audiencia de control, todo en menos de dos horas.
Nuevamente Currumil debió comparecer frente a la juez Daniela Arcuri, fue imputado por hurto por la funcionaria de fiscalía Silvana Serer, y recuperó nuevamente la libertad. Y la defensora recuperó su teléfono mediante un acta de entrega que se realizó en el lugar.
Sin embargo, Currumil no estuvo mucho tiempo libre. Ayer a la madrugada, también en Comodoro Rivadavia, fue otra vez detenido. En esta oportunidad por violación de domicilio, al ser sorprendido en el interior del ex puesto policial Esmir Abiles, de las rutas 3 y 39, donde funciona un puesto de tránsito municipal. Allí ingresó tras romper una ventana.
Hoy será llevado otra vez a la Oficina Judicial donde deberá ser anoticiado del nuevo delito por el que se lo investiga.