Los hermanos imputados por asesinato del "limpiavidrios" pasarán dos meses detenidos

Gustavo y Axel Llantén, quienes fueron detenidos en la mañana del domingo minutos después de ocurrido el asesinato de Diego Gustavo Soto, atacado a puñaladas en el patio de una casa de la calle 13 de Diciembre, quedaron ayer en prisión preventiva por 60 días. Así lo dispuso el juez Miguel Caviglia a pedido de la funcionaria fiscal Verona Dagotto. Los imputados se negaron a declarar. Durante la audiencia la representante del Ministerio Público relató que en el momento de la detención uno de los sospechosos alegó ante la policía que habían intentado robarles.
En la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia se desarrolló ayer al mediodía la audiencia de control de detención y formalización de la investigación contra los hermanos Gustavo y Axel Llantén, implicados en el homicidio de Diego Gustavo Soto (29), un conocido "limpiavidrios" que solía trabajar en la esquina de Yrigoyen y Namuncurá, así como en semáforos próximos.
En el comienzo del acto la funcionaria fiscal Verona Dagotto relató que la víctima fue interceptada por Gustavo Orlando Llantén (22) y Axel Rodrigo Llantén (20), a las 8:50 del domingo sobre la esquina de 13 de Diciembre y Ameghino, frente a la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Hasta el momento, según la funcionaria fiscal, se desconocen las circunstancias en que los hermanos oriundos de Bariloche –uno de ellos llegado hace pocos días a Comodoro Rivadavia- corrieron al "trapito" con intenciones de golpearlo. Buscando resguardarse del ataque, Soto ingresó hasta el fondo del patio de una vivienda de la calle 13 de Diciembre a cuyos propietarios conocía. Sin embargo, los imputados lo siguieron y una vez que lo alcanzaron, ya arrinconado entre las casas y dos vehículos estacionados, lo agredieron con golpes de puño.
Después, narró Dagotto, la víctima en inferioridad numérica recibió cinco puñaladas, una en la pierna derecha y las restantes en el torso. Una de las heridas penetrante le afectó la vena aorta y falleció a los pocos minutos. En medio del ataque el dueño de la casa observó a los agresores que ya tenían reducido al limpiavidrios en el piso y les golpeó la ventana, logrando así que estos se fugaran.
La acusadora pública describió que un oficial de policía que arribaba con su automóvil a su vivienda ubicada en el sector de La Loma observó cuando las tres personas discutían. Minutos después el efectivo -que se convirtió en el testigo clave del homicidio- observó a los dos hombres que luego serían detenidos, con remeras de color blanco manchadas de sangre.

TESTIGO CLAVE
Los hermanos Llantén y el oficial se cruzaron en la puerta del edificio donde residen, frente a la escena del crimen. De acuerdo al relato fiscal, uno de ellos le recriminó al policía: "vos que haces acá" y el efectivo le contestó que residía en ese lugar. En ese momento los sospechosos ingresaron al edificio y le cerraron la puerta en la cara.
Dagotto indicó que según el policía uno de los imputados llevaba un cuchillo en el bolsillo trasero del pantalón y sus remeras evidenciaban manchas de sangre. Luego de unos minutos, el mismo efectivo de civil se volvió a cruzar con los individuos, uno de los cuales esgrimía un arma blanca en una mano.
Lo increparon, se defendió y alcanzó a alertar por teléfono a sus compañeros de la Seccional Segunda, quienes ya habían sido avisados sobre la situación por el propietario de la vivienda donde fue asesinado Soto.
Los hermanos sospechados del crimen se encerraron en su departamento hasta que les golpeó la puerta un efectivo que reconoció a Gustavo Llantén porque este trabajaba de barman en un pub céntrico.
En ese momento, según la funcionaria fiscal, el menor de los hermanos abrió la puerta y le dijo: "un negro de mierda nos quiso robar". Luego de ello se produjeron las detenciones de los dos presuntos autores del crimen de Navidad.
Dagotto argumentó sobre la legalidad de la detención de ambos debido a que fue realizada en "cuasi flagrancia", es decir inmediatamente después de cometido el delito. Además calificó el ilícito como homicidio simple, en calidad de coautores para ambos imputados.

MANGA OLVIDADA
Dagotto detalló que en la escena del crimen se secuestró un tramo de la manga de una remera blanca perteneciente a uno de los imputados. También se halló una hoja de un cuchillo y su mango en el ingreso al domicilio donde ocurrió el asesinato.
Mientras, en el allanamiento al departamento de los hermanos se secuestró un cuchillo tipo serrucho, ropas con sangre y teléfonos celulares. Dagotto precisó que Gustavo Llantén tiene arraigo en esta ciudad debido a que hace 5 años que reside y se desempeñaba como barman en un pub de la zona céntrica.
Además, mencionó un antecedente que data del 16 de diciembre ya que el imputado registra una causa en trámite por el delito de desobediencia enmarcada en violencia de género.
Mientras, tal como publicó El Patagónico en su edición de ayer, la funcionaria fiscal indicó que en el caso de Axel Llantén había llegado sólo tres días antes desde su lugar de origen, San Carlos de Bariloche.
En ese marco, la funcionaria fiscal requirió la prisión preventiva por dos meses para ambos imputados a partir de los elementos de convicción suficientes para tenerlos como probables coautores del asesinato. Mencionó la existencia de los peligros procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación y la pena que se espera como resultado del proceso que sería como mínimo de 8 años de cárcel de cumplimiento efectivo.

PRISION PREVENTIVA
La defensora pública María de los Angeles Garro no formuló objeciones respecto al relato fiscal ni a la calificación legal. Pero sí se opuso al pedido de prisión preventiva debido a que debe ser la última medida a adoptar, argumentó.
Justificó que ninguno de sus defendidos tiene antecedentes penales computables y los peligros procesales pueden ser sustituidos por medidas alternativas como la prohibición de acercamiento y el contacto con los testigos.
De ese modo, solicitó al juez Miguel Caviglia que no se haga lugar a la prisión preventiva y que se dictara para ambos imputados presentaciones semanales ante la Oficina Judicial o bien ante el Ministerio Público Fiscal.
El magistrado resolvió formalizar la apertura de investigación preparatoria por el homicidio. Decretó la legalidad de la detención de los imputados y estableció el plazo de seis meses para concluir la investigación como lo solicitó la acusadora pública.

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