Los "inspec-chorros" continuarán con domiciliaria hasta que el fallo quede firme

Facundo Garbarino y Mauro Cárdenas podrán continuar detenidos en sus respectivos domicilios hasta que la sentencia condenatoria en contra de ellos adquiera firmeza. Así lo resolvió ayer el tribunal colegiado que llevó a cabo la revisión de oficio que marca el artículo 235 del Código Procesal Penal. La Cámara Penal ya había autorizado, el 3 de junio, la continuidad de esa medida morigerada.
La audiencia de revisión de la medida de coerción morigerada que vienen cumpliendo Facundo Garbarino y Mauro Cárdenas fue revisada ayer por un tribunal colegiado, en los términos del artículo 235 de Código Procesal Penal. A tal efecto la Oficina Judicial designó a los jueces Mariano Nicosia y Martín Cosmaro.
En ese acto el Ministerio Público Fiscal fue representado por la fiscal general, Camila Banfi, mientras que el imputado Cárdenas fue asistido por su defensor particular, Alejandro Fuentes, y el abogado de Garbarino no estuvo presente en esta ocasión.
Hay que recordar que recientemente el caso fue tratado por el tribunal de la Cámara Penal, cuyos jueces el 3 de junio confirmaron la sentencia condenatoria mediante la cual se les impuso la pena de 5 años y 6 meses de prisión. Ello, tras ser condenados como responsables del delito de extorsión en concurso real con robo agravado por uso de arma propia, en grado de tentativa. Allí también se rechazó el planteo de la Fiscalía sobre el cese de la prisión domiciliaria y se confirmó el mantenimiento de esa medida sustitutiva que contempla el inciso primero del artículo 227 del Código Procesal Penal. En razón de ello y teniendo en cuenta lo resuelto por dos tribunales -el de juicio y el de alzada-, la Fiscalía pidió ayer que se mantenga la medida de coerción tal como se viene cumpliendo, algo que fue compartido por el defensor Fuentes. En consecuencia, los jueces resolvieron mantener el arresto domiciliario de Cárdenas y Garbarino hasta que la sentencia pase a declararse cosa juzgada.

MADRUGADA
DE EXTORSION
El primero de los delitos ocurrió durante la mañana del 10 de marzo del año pasado, aproximadamente a las 4, cuando la víctima circulaba con su vehículo y fue obligada a detenerse. En ese momento lo abordaron Cárdenas y Garbarino pidiéndole los papeles del auto diciéndole que eran de la Brigada de Investigaciones policial.
Por radio pidieron el dominio del automóvil y le dijeron a la víctima que el vehículo tenía pedido de secuestro y que si quería llevárselo debía pagar. Al verse intimidado, la víctima entregó el dinero que poseía y antes de retirarse uno de los imputados le refirió que no fuera a la Fiscalía a hacer la denuncia porque no les costaba nada encapucharse y hacerle daño.
El segundo hecho ocurrió dos horas después, cuando la segunda víctima fue interceptada por los condenados. Allí Garbarino y Cárdenas portaban bastones extensibles. También dijeron pertenecer a la Brigada de Investigaciones y que le iban a secuestrar el vehículo. Como no tenía el dinero que le exigían, uno de ellos se subió a su vehículo y lo acompañó hasta el cajero automático para que retire dinero. En el viaje le aplicó descargas eléctricas con una picana.
Una vez que la víctima entró al cajero a retirar dinero, le hizo señas a otra persona que salía y esta entendió el mensaje, por lo que dio aviso a la policía.

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