En este sentido, Martin Cativa, integrante de The Otherness, recuerda: "todo mi primer periodo en Buenos Aires no tuve tan presente salir a tocar y cuando tuve una banda para salir, ocurrió lo de Cromañón. Mi recuerdo de la escena es un poco ambiguo o agridulce porque cuando estaba listo para salir a tocar, se clausuraron un montón de lugares. Igual no las ingeniamos para recorrer todos los circuitos unders pero de pronto la escena musical era mucho más chica de lo común. Fue un poco problemático en ese sentido''.
Mientras, Gastón Artigas, integrante de Los Cheremeques, se refiere a lo difícil que puede ser abrirse puertas en ciudades como Buenos Aires.
"En Buenos Aires, es muy difícil hacer una propuesta innovadora. Nos ha pasado que en La Plata o en Comodoro, llevamos en el doble o triple de gente de lo que va a Capital. Por ahí pasa porque no tocás cerca de la casa de alguien y eso ya es un impedimento desde una situación personal que por ahí te da fiaca viajar 40 cuadras porque de pronto hay otro artista a cinco cuadras", reflexiona.
"De alguna manera, esa enorme cantidad de propuestas termina jugando en contra del valor de las mismas. Es como que siento que pasa mucho por acá (La Plata). Está asfixiado el entorno pero no deja de ser maravilloso desde el ámbito creativo. Tenés músicos que vienen de distintas partes de Sudamérica y es invaluable todo eso. Pero estaría bueno que las cosas no solo pasen en Buenos Aires y se expandan a todo el país porque si no termina siendo más un laburo que un proceso creativo artístico individual'', opina.
- 26 marzo 2017