Los problemas de fertilidad no son culpa de nadie: dificultades para concebir

Los problemas de fertilidad son una condición médica que afecta casi a una de cada diez parejas que intentan concebir. El embarazo es el resultado de una combinación de diversos factores y acontecimientos.
La tasa de éxito de los tratamientos de fertilidad no es absoluta, el resultado será diferente para cada pareja. A continuación repasaremos los problemas más comunes que pueden retrasar la concepción.
Trastornos en la ovulación: la ovulación está controlada por las hormonas de la fertilidad. Por tanto, si por cualquier razón se alteran los niveles hormonales, la ovulación puede verse afectada. Una señal que indica la presencia de posibles problemas de ovulación es tener períodos muy irregulares o no tenerlos. Es posible que ovule, pero no en todos los ciclos. La ovulación puede verse alterada por cambios significativos de peso, ya sea por aumento o descenso.
Trastornos en las trompas de Falopio: Si existe alguna obstrucción en las trompas de Falopio, esta puede impedir la llegada de los espermatozoides al óvulo. Algunas de las razones son: Infección por clamidias no tratada, Fibromas, Endometriosis.
Síndrome de ovario poliquístico (SOP): El SOP consiste en la presencia de varios quistes en los ovarios de la mujer y de un desequilibrio hormonal.
Otras causas pueden ser malformaciones reproductivas, o trastornos del sistema inmunitario (puede tratar al ovulo o al espermatozoide como un “cuerpo extraño” y atacarlo.
En los hombres el problema más común de fertilidad es la producción insuficiente de espermatozoides normales y móviles.
Si la eyaculación del hombre no contiene la cantidad habitual de espermatozoides, las probabilidades de que un espermatozoide fecunde el óvulo son bajas. Si la calidad del esperma es baja, es posible que los espermatozoides no alcancen el óvulo y penetren en la membrana para fecundarlo.
Paperas: el haber contraído paperas después de la pubertad puede dañar las células que producen espermatozoides en los testículos.
Varicocele: son venas dilatadas, similares a las várices, en el escroto. Esta condición aumenta la temperatura de los testículos, lo cual puede afectar la producción de espermatozoides.
Testículos no descendidos: es la anomalía genital más común en los niños. En aproximadamente la mitad de los bebés, los testículos no descendidos bajan o descienden solos al sexto mes de vida. Si el descenso no ocurre para ese entonces, es importante obtener tratamiento porque los testículos que permanecen no descendidos pueden dañarse, y esto podría afectar la fertilidad o causar otros problemas médicos.
Otras causas que podrían afectar la fertilidad en los hombres son: el cáncer de testículo, diabetes, cirugías o lesiones, anomalías físicas, exceso de calor en los testículos, estrés, fatiga o alcohol y drogas.

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