Los que se animan a cumplir el sueño de volar

El parapente es uno de los pocos deportes que permite vivir una experiencia de adrenalina pura y al mismo tiempo, disfrutar de paisajes increíbles. En la zona, Punta del Marqués, Punta Peligro, el cerro Pan de Azúcar, son algunas de las alternativas para realizar vuelos libres. ¡Mirá las fotos y videos!

Fernando Azcaray (32), es uno de las diez personas que se animan a retar las condiciones climáticas y practican parapente, recorriendo y disfrutando las bellezas incomparables de los paisajes de la zona. Los vuelos que se realizan habitualmente son los libres- dinámica, también biplaza donde van dos personas en un parapente, denominados de bautismos y los vuelos con un paramotor.

Fernando hace tres años descubrió su pasión por la práctica y comenzó a incursionar con el curso de piloto en La Rioja. "Empecé con Claudio (Martínez) acompañándolo a Rada Tilly, asistiéndolo, ayudando, lo iba a buscar y ahí arranque. Primero hice unos vuelitos de ´pollo´, de bautismo, en Rada Tilly, y ahora estoy volando todo el tiempo", relató entusiasmado.

Además, recordó en contacto con El Patagónico, que durante los cursos de iniciación en La Rioja "te enseñan todo lo que es el clima, cómo funcionan las velas, realizando vuelos biplazas, vas con ellos conociendo el lugar, hasta que llega el momento que ven que estas en condiciones y te dejan volar solo".

El grupo de pilotos y amigos unidos por la pasión de volar y compartir esta aventura se conforma por gente de Caleta Olivia, Rada Tilly y Comodoro.

Entre las experiencias de vuelo que suma Fernando se encuentran La Rioja, Catamarca, Mendoza Córdoba y El Bolsón: "cuando volví del curso volé Rada Tilly, también descubrimos varios lugares, entre ellos el Pan de Azúcar, cercano a Ramón Santos pedimos permiso y después en Punta Peligro también volamos" comenta.

Parapente 2

La actividad está sujeta a las condiciones climáticas en los diferentes puntos. "Para volar necesitamos una intensidad de 20 kilómetros de viento, sino con menos podés correr un poco y a la playa o donde vayamos a aterrizar. En Rada Tilly con un despegue de 170 metros nos permite elevarnos hasta 400 metrosmetros a nivel del mar, pero también hay montañas de 20 o 30 metros que están buenísimas para jugar y aprender, están bárbaras".

Según manifiesta la sensación del viaje es indescriptible y por eso se suman más personas que quieren vivir la aventura. "Hay mucha gente que quiere saber de qué se trata y qué se siente. Tenés que estar sentado en algo, es muy cómodo, no tenés la presión del ruido, solo el viento que te pega y estas volando", describió.

Parapente

Entre las principales medidas de seguridad para el parapente es el casco durante el despegue y aterrizaje "aparte del parapente y arnés tenemos un paracaídas de emergencia que es parte del equipo, un handy y después tomando los recaudos necesarios antes de salir a volar, como por ejemplo, controlar el viento".

Los interesados en sumarse a la experiencia de volar por los cielos chubutenses se pueden contactar a través de Facebook a Parapente Rada Tilly Caleta Comodoro

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