Más de cien familias sitiadas por un canal

En la zona de extensión entre el barrio Argimiro Moure y San Cayetano, el agua y el desborde de cloacas abrió un canal de más de tres metros de profundidad y diez metros de ancho que es imposible atravesar por los vecinos, piden un puente provisorio . "Empezaron las clases y no podemos cruzar".

Mientras la ciudad trata de recuperar su ritmo habitual hay barrios que aún no cuentan con conectividad y permanecen aislados. La zona de extensión entre los barrios Moure y San Cayetano, desde la primer lluvia que completamente aisladas.

Encerrados entre las calles Marcelo Berbel, 10 de Noviembre y Ricardo Torá quedaron alrededor de 100 familias que exigen la realización de un puente para cuestiones básicas como mantener la atención médica de los bebés que hay en la zona e incluso enviar a los chicos al colegio.

Gernara Portal, una vecina de la zona explicó que por tratarse de un asentamiento "no se hace responsable ni nos ha dado ayuda ninguna vecinal ni el Moure ni el San Cayetano y necesitamos aunque sea un puente", expresó.

La única forma que tienen de salir del barrio es atravesar un zanjón: "por mi casa hacemos bajar a la gente por una escalera los tres metros de profundidad que tiene el zanjón y abajo ponemos un tablón para que pasen, pero cuando aumenta el canal el agua se lleva el tablón".

La grieta de 10 metros de ancho es atravesada por los más jóvenes pero ancianos, madres con bebés y niños no se arriesgan. "Esa agua que corre es de cloaca ¿y si alguién se cae?", se preguntó la mujer en diálogo con Radio Del Mar.

Aunque el asentamiento esta en el lugar desde el 2000 nunca hubo en la zona reparaciones teniendo en cuenta que hay un cauce de agua que corre por allí. Genara recordó que personal municipal estuvo antes de la tormenta en la zona pero dejaron un paso angosto que se desbordó "y llegaron con la promesa de entubar pero no volvieron".

"Empezaron las clases y no podemos cruzar para llevar a los chicos, la mayoría de los chicos de acá van al colegio N° 160 pero no podemos llegar, además tenemos mamá con hijos, embarazadas, es un peligro".

El drama de la conectividad, es la prioridad a tal punto que Genara sin demasiados detalles se limita a mencionar que en su caso, el agua se llevó dos habitaciones y una cocina, la recuperación de eso tendrá su tiempo, "pero ahora necesitamos salir y seguridad, con los vecinos nos cuidamos entre todos pero mientras nosotros salvábamos a nuestros hijos en la lluvia a dos casas de acá estaban los chorros robando, eso también necesita control", señaló.

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