Obama condenó la "intolerancia" en su primera visita a una mezquita de EE.UU.

El presidente de Estados Unidos llamó ayer a corregir lo que calificó de "impresión enormemente distorsionada" sobre los estadounidenses de fe islámica y criticó a quienes demonizan a todos los musulmanes por los actos extremistas de algunos pocos.

Sumando su voz a un debate que ha recobrado vigencia con las internas presidenciales en Estados Unidos, Barack Obama dijo a un grupo de feligreses congregado a las puertas de una mezquita de Baltimore que se había enterado de casos de jóvenes musulmanes que temen ser detenidos y echados del país.
El mandatario demócrata agregó que los musulmanes también están preocupados por la "amenaza del terrorismo", pero que demasiado a menudo se los acusa a ellos colectivamente "por los actos violentos de unos muy pocos".
"Hemos visto a chicos que son intimidados, hemos visto mezquitas vandalizadas", señaló Obama, al tiempo que advirtió que tal tratamiento tan inadecuadamente desigual de ciertos grupos o minorías rompe la armonía que debería tener el tejido social del país.
"Eso no es lo que somos", dijo Obama, citado por la cadena de noticias CNN.
Para los defensores de los derechos de los musulmanes, la visita de Obama es un gesto largamente esperado hacia una comunidad que ha advertido de una creciente discriminación que ha acompañado a los temores públicos sobre el accionar del Estado Islámico (EI) y otros grupos islamistas.
Aunque Obama ha visitado mezquitas durante viajes al exterior, esperó hasta el último año de su segundo mandato para repetir tal gesto en una mezquita de su país, algo que parece reflejar las delicadas implicaciones políticas que rodean a esta cuestión.
Durante la campaña de este año para elegir a los candidatos para las presidenciales de noviembre, el republicano Donald Trump pidió prohibir temporalmente el ingreso de los musulmanes en Estados Unidos y sus rivales de interna Ted Cruz y Marco Rubio han advertido sobre la amenaza del "terrorismo islámico".
Sin hacer referencias directas, pero en clara alusión a los precandidatos presidenciales republicanos, Obama dijo ayer que la "inexcusable" retórica contra los musulmanes empleada por algunos políticos "no tiene cabida" en su país.
Grupos estadounidenses de defensa de los musulmanes han denunciado un aumento de los ataques contra personas o mezquitas luego de los atentados del EI del año pasado en París y de otro cometido en San Bernardino, California, por dos musulmanes estadounidenses al parecer inspirados por el EI.
"Tenemos que entenderlo: un ataque a una fe es un ataque a todas nuestras fes", denunció Obama, al anotar también que es una tarea global y de todos los creyentes, ya sean musulmanes, cristianos o judíos, condenar la violencia.
El mandatario recordó que varias "generaciones" de musulmanes "ayudaron a construir" Estados Unidos y que el islam siempre ha sido parte de la historia del país, desde los tiempos coloniales.
La visita de Obama a la mezquita de Baltimore en su último año en el poder refleja su disposición de terciar en cuestiones sociales sensibles que por lo general había eludido a lo largo de su Presidencia.
Durante años, el presidente, cuyo segundo nombre es Hussein, ha rechazado afirmaciones incorrectas de que en realidad es musulmán y que nació en Kenia, y no, como es en verdad, en Hawaii, una creencia que aún predomina entre los republicanos, según muestran sondeos.
El mandatario, reconociendo haber sufrido eso en carne propia, destacó que Thomas Jefferson, uno de los máximos próceres estadounidenses y uno de los Padres Fundadores de la nación, también había sido acusado de ser musulmán.
"Así que no fui el primero", dijo Obama, provocando las risas de cientos de musulmanes que asistieron a escuchar su discurso.
El presidente, el primero negro de la historia de su país, también trazó un paralelo entre la lucha de los musulmanes estadounidenses por lograr una mayor aceptación social con la de los afroamericanos, y añadió que "en una época no había gente negra en la televisión".
"Nuestros programas de televisión deberían tener a algunos personajes musulmanes no relacionados con la seguridad nacional", dijo Obama al hablar de los estereotipos y de que hay muchos musulmanes que, como policías, militares o funcionarios de inteligencia, ayudan a mantener "seguros" a todos los ciudadanos.
Antes de su discurso, el presidente participó en una mesa redonda con líderes musulmanes de todo el país en la Sociedad Islámica de Baltimore, estado de Maryland, en el oeste del país.

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