"Omar Chabán era un enigma, me hizo reír muchísimo, fue un transgresor alucinante"

"Freakenstein" se convierte en documento de época pero también en el relato de un sobreviviente que no deja de pensar en crear nuevos mundos en los que la búsqueda es atravesar la oscuridad.
Sergio Aisenstein (Buenos Aires, 1957), el creador del legendario Café Einstein a finales de la dictadura, y de la discoteca Nave Jungla al cierre de la década del ´80, decidió escribir un libro, "Freakenstein", que se convierte en documento de época pero también en el relato de un sobreviviente que no deja de pensar en crear nuevos mundos en los que la búsqueda es atravesar la oscuridad.
"Todos somos freaks. A todos nos falta algo, a todos nos sobra algo, somos seres incompletos y esa es la idea del freak", sostiene Aisenstein desde su casa ubicada en el límite de Caballito con Villa Crespo, donde recibió a Télam para hablar de su primer libro y de las historias que repasan el nacimiento del punk en Europa, sus días con Luca Prodan y otros músicos y artistas que marcaron la cultura de nuestro país.
Leer el relato que Aisenstein hace de su vida es zambullirse en los días en los que convivió con un Luca que cocinaba a la hora que se le ocurría, dormía la siesta en una hamaca paraguaya rodeado de pinos y tocaba en el Café Einstein, en el que muchas veces se quedaba a dormir.
Aisenstein es el Sergio al que Luca le grita "Quiero dinero" en el tema de Sumo que lleva ese nombre. Al cantante de Sumo lo vio por primera vez un día en el que subía la escalera del bar ubicado en la avenida Córdoba al 2500 y, según recuerda Aisentein en el libro, el primero que le habló de él fue Daniel Melingo.
A la hora de intentar dar cuenta de la experiencia de Nave Jungla, su fundador recuerda que "las estrellas no eran los que querían brillar", y considera que ese lugar "hizo explotar Palermo. Lo puso de moda".
-T: Al hablar de tu relación con Chabán, decís que si uno lo conocía sabía que había posibilidad de un final trágico.
-A: Te puedo decir que todas las personas son como un enigma. Somos un enigma para nosotros mismos. Desde ese lugar, te digo que Omar Chabán es un enigma, una persona muy misteriosa, que me hizo reír muchísimo, no me reí con nadie como me reí con él. Un transgresor alucinante.
-T: En el libro contás anécdotas de Luca que ayudan a verlo desde otro lugar.
-A: Los años que estuvo en la Argentina, Luca vivía en mi casa. No se abría mucho, no le gustaba mostrarse. Lo hacía solo como el Luca que aparecía en el escenario. Antes de conocerlo a él, conocí a sus amigos en Europa. Todos murieron igual: de heroína.

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