Ordenan avanzar con medidas de prueba por la denuncia de Nisman contra Cristina

Además de Cristina de Kirchner y Timerman, fueron denunciados Andrés Larroque, Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, Héctor Luis Yrimia, Luis Angel D`Elia, Fernando Esteche y Ramón Allan Héctor Bogado.
El juez federal Ariel Lijo delegó en el fiscal federal Gerardo Pollicita la investigación por presunto encubrimiento de la causa AMIA contra la ex presidente Cristina de Kirchner y el canciller Héctor Timerman, hecho que fuera denunciado por el fallecido Alberto Nisman.
Lijo en el inicio de la actividad judicial tras el receso de verano firmó el decreto por el cual encomendó al fiscal Pollicita la investigación y llevar adelante las medidas de prueba que éste había solicitado hace dos años y que nunca se practicaron hasta el momento.
Además de Cristina de Kirchner y Timerman, fueron denunciados Andrés Larroque, Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, Héctor Luis Yrimia, Luis Ángel D`Elia, Fernando Esteche y Ramón Allan Héctor Bogado.
La causa se inició mediante una denuncia del propio Nisman el 14 de enero de 2015, cuatro días antes de ser el hallado sin vida en su departamento, pero cuando el fiscal Pollicita pidió mediante casi 50 medidas de prueba solicitó abrir una investigación formal el juez Daniel Rafecas lo rechazó por inexistencia de delito.
Luego de dos años y al intervenir por primera vez la Sala I de la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal del país, los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos solicitaron que se abra la investigación.
A la par que la Casación dispuso abrir una investigación, apartó a Rafecas y el nuevo juez designado fue Lijo quien ahora delegó en la fiscalía de Pollicita la investigación.
En tanto, está la posibilidad que la causa no quede definitivamente en poder del juez Lijo puesto que su par Claudio Bonadio también investiga a Cristina de Kirchner y Héctor Timerman por presunta traición a la patria, pues considera que ellos al conocer la acusación contra los iraníes por el atentado a la AMIA pese a ello igual firmaron el Memorándum de Entendimiento con ese país lo que suponía suavizar la acusación.
Es que Bonadio había solicitado en octubre a Rafecas el expediente iniciado por la denuncia de Nisman para acumularlo en la causa que él lleva adelante por traición al a patria, pero como aquel nunca resolvió el planteo ahora tendrá que ser definido por Lijo.
Según la denuncia de Nisman, hubo un plan elaborado desde la cúspide por Cristina de Kirchner para evitar que la causa AMIA siga sobre los iraníes y para tal fin firmó el Memorándum de Entendimiento para intentar relativizar la acusación: desde hace años existen más de media docenas contra funcionarios de ese país pero nunca se llevaron a cabo por Interpol.
"Esta confabulación habría sido orquestada y puesta en funcionamiento por las altas autoridades del gobierno nacional argentino, con la colaboración de terceros, en lo que constituye un accionar criminal configurativo, según refiere la denuncia, de los delitos de encubrimiento por favorecimiento personal agravado, impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público (arts. 277 incisos 1 y 3, 241 inciso 2 y 248 del Código Penal de la Nación)", sostuvo Pollicita en su requerimiento.

UN ESTADO POLICIAL
En ese marco, el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Eugenio Zaffaroni consideró ayer que "en situaciones normales" el Gobierno no le pediría a la Justicia la detención de la ex presidente Cristina Kirchner, aunque advirtió que si se encuentra "muy acorralado" puede "hacer tonterías que pueden desatar violencia".
"En situaciones normales, no" se daría una detención de la ex mandataria en el marco de alguna de las causas judiciales que pesan en su contra, evaluó el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia.
En diálogo con Radio 10, el magistrado manifestó que le causa "cierto temor" que el Gobierno se vea "muy acorralado" y ordene a la Justicia que libre la orden de poner en prisión a la ex jefa de Estado, ya que afirmó que el presidente Mauricio Macri quiere "montar un Estado policial y necesita una magistratura dócil".
"Lo que me causa cierto temor es que este tipo de gobiernos o de regímenes, como se quiera decir, cuando se encuentran muy acorralados en el último momento suelen hacer tonterías que pueden desatar violencia", señaló.

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