La clínica está ubicada en calle Lamadrid 444, en el barrio porteño de Quilmes, y según denuncian los padres, familiares y amigos de las víctimas, cuenta con la protección y el encubrimiento de sectores de poder, lo que impide que las muertes por negligencia, desidia o mala praxis, tengan responsables.
"Acá hubo 22 fallecidos, pero hay otros tantos chicos con mala praxis", contó Mariana Franco, madre de Julieta, una nena de tres años que murió en abril pasado, publica el diario Crónica en su edición impresa de este lunes.
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