Quienes manejan ven a la mayoría de sus pares como unos maleducados y unos temerarios

El Patagónico consultó a numerosos conductores sobre la forma de manejar en esta ciudad. En este contexto, los automovilistas comodorenses catalogan a la mayoría de sus pares como irrespetuosos y malintencionados. Los jóvenes fueron señalados como los principales responsables de accidentes. El alto consumo de alcohol de personas al volante también preocupa.
El pasado fin de semana se registraron en Comodoro Rivadavia tres alcoholemias positivas con casos de conductores que superaban los 2 gramos de alcohol por litro de sangre, es decir que cuadruplicaban el límite de 0,5 que tolera la Ley Nacional de Tránsito para conductores particulares. Mientras, en el caso de los choferes particulares el límite es cero.
El Patagónico salió a las calles a consultar a los automovilistas sobre cómo perciben que se conduce en esta ciudad y la opinión generalizada es que la mayoría ve a sus pares como unos "imprudentes al volante". Incluso algunos hicieron mea culpa.
"La verdad en Comodoro se conduce mal. Te diría que peor que en Buenos Aires. Somos por lejos los más irresponsables al volante. Andá a Trelew y a Esquel para ver si podés hacer lo que podes hacer acá. Somos un desastre y yo también me incluyo porque por ahí digo si a este no lo multan entonces que a mí no me jodan, pero no debe ser así porque estamos poniendo en riesgo al prójimo", opinó Marcelo Padilla, quien reside en el barrio Máximo Abásolo.
Mientras Gastón Rivera, quien vive en el Isidro Quiroga, considera que "la costumbre de manejar mal nos quedó desde que éramos una ciudad chica. No nos dimos cuenta cuando crecimos y esto nos trajo muchos autos y se nos hizo imposible circular. Vos fíjate que antes no teníamos tantos semáforos y nos quedaron viejos vicios de manejar que ahora no nos podemos sacar, por eso manejamos tan mal", analizó.
Alejandro Bustamante, en tanto, observa que el conductor comodorense se caracteriza por pasar los semáforos en rojo y el abuso de la velocidad en distancias cortas. "Somos horribles manejando. Tenemos como una necesidad de demostrar que tenemos el auto más grande y tenemos que mostrarlo. Ni hablar de la falta de controles o la falta de campañas de conductor responsable de la Municipalidad", subrayó.
Mirtha González y su marido llegaron hace cuatro años a esta ciudad desde Rosario y se asombró por cómo se maneja y el grado de irresponsabilidad que muestran algunos conductores. "En Rosario no es que está todo bien, pero hay respeto al volante. Acá me asombró el exceso de velocidad, la falta de responsabilidad y de respeto que tienen algunas personas, sobre todo en las horas pico donde si pueden pasarte por arriba lo hacen y no tienen ningún problema", argumentó.

EL ALCOHOL COMO PREOCUPACION

Los conductores consultados coincidieron en que una de las actitudes más reprochables en Comodoro Rivadavia es el alto consumo de alcohol que se evidencia en los automovilistas. "Antes era los fines de semana, pero ahora son todos los días. Los viejos se chupan y se creen que están en un Fórmula 1 y no miden las consecuencias. Corren picadas y no hay nadie que haga nada. Son los vecinos los que tienen que llamar a la policía para que los pare", contó Ricardo Solís.
"Acá (en Kennedy al 1100) cada dos por tres vienen los viejos a más de 80 y es un peligro porque por ahí están los chicos con la pelota. Te cansa un poco la impunidad y la suerte que tienen algunos. Quizás si yo salgo y me tomo una cerveza, me quitan el auto y tengo que pagar una multa de 50.000 pesos, pero si uno de estos perejiles atropella a una persona está libre y a los cinco días lo ves manejando", dimensionó Solís.
"Ahora pusieron semáforos pero tenés que venir a la madrugada y filmar cómo pasan los autos sin frenos por acá (Polonia al 1700). Son unos inconscientes. Muchas veces tenés miedo de que los autos pasen para mi casa por la velocidad que andan porque la mayoría anda chupado. Hay días en el que tenemos que andar juntando las botellas que dejan tiradas desde los autos; es una inconciencia de los conductores", sostuvo Graciela Alvarado, del barrio San Cayetano.
Viviana Rojas contó que hace dos años sufrió un accidente que la marcó de por vida y nunca más pudo volver a conducir. "Yo venía del boliche y había pasado a dejar a mi novio. Cuando lo dejo en su casa voy para mi casa, me choca un loco que venía en pedo. No tuve heridas graves, pero el miedo que me generó no me deja conducir. Por ahí es una pavada, pero son cosas que a mí me pasan. ¿El tipo? Nada... sanito y a los dos meses cuando yo iba a rehabilitación lo vi manejando. Hay cosas que no se pueden creer, pero vivimos en Comodoro", lamentó.

JOVENES AL VOLANTE

Otro punto de opinión coincidente es que la imprudencia se observa más entre los conductores jóvenes. "Fijate que hoy (en la medianoche del viernes) los pendejos andan con todo. Piensan que el centro es de ellos. No hay estadísticas, pero estoy seguro de que la mayoría de los choques los fines de semana es culpa de los pendejos", afirmó Marcos Gutiérrez, vecino del San Cayetano.
"Son unos irrespetuosos de mierda. Pasan por al lado tuyo y te miran. Piensan que porque su papá le compró un (Chevrolet) Corsa o un (Volkswagen) Gol tienen derecho a hacer lo que se les canta. Salen a chupar pensando que quedan bien cuando en realidad quedan como unos monos más del circo", cuestionó.
Gutiérrez sostuvo el año pasado le tocó vivir una situación muy desafortunada cuando el automóvil de su hermano fue impactado en el costado derecho por un vehículo conducido por un joven.
"Un día recibo la llamada de mi hermano que lo habían chocado y que mi sobrinita está lastimada. No sé cómo hice pero llegué como pude. Cuando llegué, me encuentro el auto de mi hermano chocado en la puerta derecha y al pendejo hablando con los policías. ¿Podes creer que el pendejo caradura decía que él no tenía la culpa? Encima cuando le quieren hacer el examen se negaba. Para todo esto, a mi sobrina la llevaban al Hospital (Regional) para hacerle los estudios. Yo me fijo en el auto y vi que había como seis botellas de birra", relató.
Jorge Sandoval, quien reside en el barrio Mosconi, describió lo complicado que se puede tornar cruzarse con un automovilista temerario de madrugada. "Yo ya estoy podrido de volver de trabajar y tener que andar a paso de hombre porque estos pendejos se les ocurre dárselas de héroe durante los fines de semana y ahora que se viene el verano va a ser peor porque van a tener más tiempo libre. Uno ya no sabe si andar en auto o tomarse el colectivo porque en cualquier momento te podes comer un choque por culpa de estos pibes. La ruta por la noche es un descontrol. A eso de las 0 y 2 podes ver cómo andan por acá. Como saben que los 'zorros' (inspectores de tránsito) no están a esa hora, hacen lo que quieren", criticó.

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