Relanzaron la UE con el compromiso de unidad, seguridad y empleo

En medio de una ciudad blindada por la seguridad y diversas manifestaciones pro y anti-UE, Amnistía Internacional y Médicos sin Fronteras reclamaron por la crisis migratoria que sacude al Viejo Continente.
Los líderes de los 27 países miembros de la Unión Europa (UE) se comprometieron ayer a mantener una Europa "segura, próspera, social y más fuerte en la escena mundial", que adopte una "política migratoria eficaz y sostenible" y que genere "crecimiento y empleo", al conmemorar el 60° aniversario del tratado que dio origen a la integración continental.
Los jefes de Estado plantearon ayer los objetivos de la UE para los próximos diez años en una declaración que firmaron en la sala de los Horacios y Curiacios del Campidoglio romano, el mismo escenario en el que el 25 de marzo de 1957 los líderes de la entonces Alemania Federal, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Holanda fundaron primero la Comunidad Económica Europea y luego la Comunidad Europea de la Energía Atómica, embriones de la actual Unión.
"En los diez próximos años queremos una Unión más segura y protegida, próspera, competitiva, sostenible y socialmente responsable, que tenga la voluntad y la capacidad de desempeñar un papel fundamental en el mundo y de modelar la globalización", destacaron los mandatarios en una declaración largamente negociada para llegar a acuerdos en lo que fue el primer gran acto sin la presencia del Reino Unido, que el 29 de marzo activará el denominado Brexit (la salida británica de la UE).
"Hoy estamos unidos y somos más fuertes: cientos de millones de personas de toda Europa se benefician de vivir en una Unión ampliada que ha superado las viejas fracturas", firmaron los mandatarios presentes en la capital italiana, utilizando la misma lapicera que los denominados "padres fundadores" de 1957.
"La UE se enfrenta a retos sin precedentes, tanto mundiales como interiores: conflictos regionales, terrorismo presiones migratorias crecientes, proteccionismo y desigualdades socio-económicas. Juntos estamos decididos a hacer frente a los retos de un mundo en rápida mutación para brindar a nuestros ciudadanos tanto seguridad como nuevas oportunidades", plantearon en la denominada "Declaración de Roma".
En el escrito, que fueron firmando uno a uno junto a las autoridades del parlamento y el Consejo europeo, los mandatarios plantearon cuatro objetivos en un marco en el que destacaron: "Por fortuna nuestra, estamos unidos. Europa es nuestro futuro común".

"PERMANECER JUNTOS"
El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, quien también firmó la declaración prometió un "centésimo aniversario" de la UE y afirmó que "solo permaneciendo juntos estaremos a la altura de los desafíos que nos esperan".
Tras la ceremonia de la mañana, los mandatarios fueron recibidos por el presidente italiano Sergio Mattarella, que destacó la "señal de relanzamiento" para el bloque continental que significó la firma de la declaración.
"Nuestro proyecto de libertad y democracia está bajo ataque. El terrorismo volvió a golpear una capital de Europa un año después del atentado en Bruselas. A la UE le toca un rol fundamental para reafirmar el valor de la vida contra los artífices de la muerte", afirmó Mattarella.
En ese marco, la declaración firmada ayer proyecta "una Europa segura y protegida: una Unión en la que todos los ciudadanos se sienta seguros y puedan circular libremente" con "una política migratoria eficaz, responsable y sostenible, que respete las normas internacionales".
"Una Europa más fuerte en la escena mundial: una Unión que siga desarrollando las asociaciones existentes, creando otras nuevas y promoviendo la estabilidad y la prosperidad en su vecindad inmediata al este y al sur, y también en Oriente Próximo, en Africa y en el mundo", agregaron destacando además la voluntad de "cooperación y complementariedad con la OTAN".
En el marco de la conmemoración y en medio de una ciudad blindada por la seguridad y diversas manifestaciones pro y anti-UE, Amnistía Internacional y Médicos sin Fronteras (MSF) reclamaron por la crisis migratoria que sacude al Viejo Continente, en una protesta bautizada "Not my Europe" (No mi Europa) en la que representaron en el río Tiber el naufragio de una barca de inmigrantes.
También se movilizó, convocando en todas las capitales europeas, el grupo europeísta #MarchforEurope, además de concentraciones que fueron desde el Partido Comunista hasta el derechista "Hermanos de Italia".

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