Restos óseos hallados en casa incendiada serían de un estanciero comido por cerdos

José Ismael Barría Soler, de 75 años, está oficialmente desaparecido desde hace tres semanas. Policías rurales fueron el miércoles hasta el casco de su estancia ubicada en cercanías del bosque petrificado de Jaramillo. Encontraron la casa incendiada y numerosos restos óseos humanos en una cama y en el suelo. Presumen que pertenecen al dueño y que habría sido comido por decenas de cerdos. No aparece su camioneta.
Caleta Olivia (agencia)

La búsqueda del estanciero se motorizó a principios de esta semana porque otros pobladores rurales comunicaron a la comisaría de Jaramillo que desde hacía más de 20 días que no tenían noticias de él, sobre todo teniendo en cuenta que de manera frecuente los visitaba en su campos con la camioneta que hace poco tiempo se había comprado, una Ford Ranger de reciente modelo,
Además de ser propietario de la estancia "La Lechuza", ubicada en cercanías del denominado monumento natural bosque petrificado, Barría Soler, apodado "Toti", tiene varias propiedades inmuebles en Caleta Olivia.
Entre ellas está un amplio local que alquilaba en la calle José Hernández, donde hasta hace pocos meses funcionó la conocida whiskería "La Mar K" y que ahora fue reformado para convertirse en una galería comercial del tipo "saladita".

HORRENDO ESCENARIO

Las autoridades de la comisaría de Jaramillo dieron cuenta de la denuncia de la desaparición al Juzgado de Instrucción de Puerto Deseado, a cargo de Oldemar Villa, como así también a la jefatura de la Unidad Regional Zona Norte de la Policía Provincial con asiento en Caleta Olivia.
De esta manera se dispuso que una comisión de efectivos del Grupo especial de Operaciones Rurales (GEOR) fuera el miércoles por la tarde hacia el establecimiento rural al cual se llega luego de transitar unos 150 kilómetros, primero por la Ruta Nacional N° 3, asfaltada, y luego por la Ruta Provincial N° 93 que es de tierra y de difícil circulación.
La primera sorpresa fue que al descender de una camioneta, casi un centenar de cerdos hambrientos se les abalanzaron, por lo cual tuvieron que hacerlos retroceder a puntapiés y con palos.
Inmediatamente después divisaron la casona del casco que tenía la puerta abierta y que además había sido seriamente destruida por un incendio que databa de hace varios días.

RESTOS OSEOS
SERIAN HUMANOS
Varias chapas del techo habían caído al interior y otras estaban deprendidas hacia arriba, producto del siniestro que también incineró gran parte del mobiliario campestre.
En una esquina hallaron la cama del estanciero, de la cual solo quedaban los soportes y el elástico metálicos, pero encima del mismo y en otras partes del suelo hallaron trozos de huesos que serían humanos, sobre todo teniendo en cuenta que uno de ellos parecía ser una parte del cráneo de una persona.
Además, era evidente que allí habían ingresado los cerdos por lo cual desde un primer momento evaluaron que si los 55 trozos de huesos que recogieron pertenecían una persona, la misma pudo haber sido comida por los hambrientos animales que también destrozaron lo que quedaba dentro de la casa.
Lo que no hallaron fue la flamante camioneta Ford Ranger de color gris, domino LTE 827 que Barría Soler había comprado no hace mucho tiempo a Berta López, la mujer a la que le alquilaba el inmueble de la calle José Hernández de Caleta Olivia.
Pudo saber que el rodado seguía circulando con la cédula verde de esa comerciante ya que el estanciero le habría dicho a sus amigos que el trámite de transferencia no le preocupaba por el momento.

TEMERARIAS HIPOTESIS

Los huesos hallados iban a ser enviados a un laboratorio especializado para establecer fehacientemente si son humanos y realizarle un estudio de ADN, en tanto la policía también puso en marcha un operativo para dar con la camioneta y dio cuenta de todo lo actuado al juez que interviene en esta misteriosa causa que por ahora está centrada en la desaparición de una persona.
Sin embargo aún resta que otros peritos determinen cuándo ocurrió el incendio y si fue intencional. En caso de que los restos pudieran pertenecer al estanciero, se abrieron numerosas y complejas hipótesis entre quienes tienen a su cargo las investigaciones.
Por un lado, se presume que pudo haber sido víctima de un crimen y que él o los autores provocaron posteriormente el incendio. Otra da cuenta de que se quedó dormido; que el fuego se originó de manera accidental causándole la muerte y que en ambos casos su cuerpo fue comido por los cerdos.
Sin embargo, en ambas hipótesis no cierra el hecho de que su camioneta no haya sido encontrada y por ello queda abierta la posibilidad de que, por razones desconocidas, "Toti" se haya ausentado por su propia cuenta.
Todo ello quedará develado cuando se disponga de los resultados de laboratorio, por lo cual se reiteró que por ahora este caso está circunscripto oficialmente a desaparición de un hombre.

UN SOCIO COMERCIAL

Por último, fuentes confiables indicaron a El Patagónico que el juez Oldemar Villa ordenó que Emilio Romano, un socio del estanciero que venía ocupándose de comercializar la carne de porcinos en Caleta Olivia y otras localidades de la zona, se ocupe de los animales que quedaron en el establecimiento rural.
Aparentemente, según trascendió, Romano nada sabía hasta ayer de la desaparición de Barría Soler, ya que solo tomaba contacto de manera espaciada, es decir cuando el estanciero le comunicaba que necesitaba vender un determinado cupo de animales.

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