Rinitis alérgica: cómo se la reconoce y cuál es el tratamiento

La rinitis alérgica es el cuadro más frecuente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 400 y 600 millones de personas en el mundo lo padecen, con una tendencia constante a aumentar debido a factores como la contaminación ambiental, que hace que el sistema inmune se vuelva más reactivo y aparezcan nuevos casos.
Una alergia es una reacción exacerbada del sistema inmunitario a una sustancia que su cuerpo identifica como invasor, y al cual clínicamente se define como alérgeno. La mayoría puede ser tratada de forma simple, logrando una rápida disminución de los síntomas, pero cada una tiene sus particularidades y en ocasiones se requiere un abordaje más complejo.
Generalmente, las reacciones inmediatas son picazón en nariz, boca, ojos, garganta, piel o en cualquier área, problemas con el olfato, secreción nasal, estornudos y ojos llorosos; y en una segunda etapa surgen la congestión nasal, tos, oídos tapados y disminución del sentido del olfato, dolor de garganta.
Aunque muchos de estos síntomas no generan complicaciones graves, lo más recomendable ante la sospecha de una alergia es acudir rápidamente al médico y realizar los exámenes necesarios mediante pruebas cutáneas y análisis de sangre, para identificar el alérgeno y prescribir un tratamiento efectivo.

OPCIONES ANTE LA ALERGIA
• Los antihistamínicos funcionan bien para tratar los síntomas de alergias. Se pueden utilizar cuando los síntomas no suceden muy a menudo o no duran mucho tiempo.
• Los corticoesteroides nasales en aerosol son el tratamiento más efectivo para la Rinitis alérgica.
• Las vacunas contra las alergias (inmunoterapia) algunas veces se recomiendan si el paciente no puede evitar el alérgeno y sus síntomas son difíciles de controlar.

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