Ayer al mediodía, en pleno centro de la ciudad, un joven ingresó a una farmacia ubicada sobre calle San Martín y aprovechando que las empleadas atendían a clientes, tomó varias cajas de perfumes y salió corriendo del lugar.
La situación fue observada por una de las empleadas que alertó y señaló entre la gente que ese joven había acabado de robar en el lugar. Rápidamente, un peatón alcanzó a retenerlo cuando iba corriendo por calle Pellegrini, casi enfrente al banco Credicoop.
El ladrón quedó tirado en el suelo, mientras era retenido por dos hombres. Llegaron las empleadas de la farmacia y una de ellas comenzó a patearlo. También, la gente indignada comenzó a insultarlo.
Tras dar aviso, arribó personal de la seccional Primera y se lo llevó esposado. Aún permanece detenido a la espera de la audiencia de control de detención por el delito de hurto en grado de tentativa, según informaron fuentes policiales a El Patagónico.