Robo y destrozos en la casa de una jubilada

Luisa Martínez ayer ocupó la mañana para realizar trámites personales y ello fue aprovechado por ladrones que ingresaron a su casa de la calle San Luis.
Luisa Martínez ayer ocupó la mañana para realizar trámites personales y ello fue aprovechado por ladrones que ingresaron a su casa de la calle San Luis. Le destrozaron la puerta de la cocina y le revolvieron su dormitorio en busca de dinero que no había; le rompieron muebles y el lavarropas que no pudieron llevarse. Sí le llevaron el televisor, un reproductor de DVD y dos herramientas eléctricas.
El nuevo episodio de inseguridad en jurisdicción de la Seccional Segunda se registró en el barrio 13 de Diciembre, a metros de la Escuela Especial 514. Justamente Luisa fue portera de ese establecimiento y hace tres años se jubiló. Aunque creyó que sus días serían tranquilos desde entonces, en el último año ya sufrió tres robos.
La mujer relató a El Patagónico que ayer a las 7:30 salió a efectuar trámites al centro y después se dirigió a la casa de su hija. Al regresar a las 13:15 "estaba todo revuelto". Se encontró con la puerta abierta, la cual había sido barreteada.
Luisa recordó que tras un intento de robo "mi hijo me soldó todas las ventanas con barrotes, pero nos olvidamos de la puerta (de la cocina). La tendría que haber soldado para que no tengan éxito".
La damnificada no podía entender que a esa hora temprana que salió de su casa deambularan delincuentes. "¿Puede haber algún cristiano dando vuelta a esa hora, robando?”, se interrogó.
Al regresar y hallar la puerta de la cocina destrozada, lo primero que observó fue que faltaba el televisor plasma de 24 pulgadas. Después confirmó que tampoco tenía el reproductor de DVD "que me habían regalado". Y en su dormitorio "me revolvieron todo".
La damnificada agregó que “yo no podía entrar caminando porque estaba lleno de ropa; valijas; al lavarropas me lo rompieron; parece que se lo querían llevar y estaba perdiendo agua".
La Policía presume que los malvivientes ingresaron al patio con un automóvil “porque cuando yo me fui, dejé el portón abierto".
En el placar de Luisa faltaban además un destornillador eléctrico y una pistola para calentar que estaban sin uso. "Me rompieron los muebles y abrieron los almohadones del sillón” en busca de dinero que no había.
"Me indigna porque son cosas que con el poco sueldo que tenemos uno se compra porque ¿qué hace una jubilada? Mira televisión, sale y nada más; otra cosa no tiene. En mi televisor miraba mis novelas; me da bronca porque es algo que me cuesta. Ahora no sé si me voy a poder comprar un televisor”, reflexionó.

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