Rousseff viaja a Estados Unidos para denunciar el Golpe en su contra

El vicepresidente Temer, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), asumirá la jefatura del Estado por unas 48 horas.
El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, finalmente asumirá la jefatura del Estado, al menos por unas 48 horas, ya que en una jugada de alta tensión político-institucional la mandataria Dilma Rousseff viajará Nueva York para denunciar ante la ONU "un golpe de Estado" que su número dos y la oposición le preparan con su juicio político en el Congreso.
Será la primera vez desde que hace tres semanas Temer se declaró en rebeldía y apoya abiertamente el impeachment de la mandataria, que Rousseff abandonará el país.
Rousseff y Temer están disputando la narrativa internacional sobre la situación interna de Brasil.
Hoy, feriado del Día de Tiradentes, Rousseff partirá para participar, el viernes en la sede de la ONU de la firma del Pacto de París sobre Cambio Climático, materia en la que Brasil es uno de los principales actores mundiales.
"Hasta último momento se discutió sobre las consecuencias de hacer el viaje, pero la Presidenta aprovechará el foro internacional para denunciar un golpe", dijo un portavoz del gobierno consultado por Télam.
El abogado del gobierno, José Eduardo Cardozo, dijo ante la amenaza opositora de intentar impedir en la justicia que Rousseff viaje a la sede de la ONU en Nueva York que ella "como jefa del Estado tiene el derecho de representar al país con el pronunciamiento que ella quiera hacer".
El vicepresidente Temer, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), se mantuvo ayer en San Pablo, en reuniones con asesores, formando un gabinete en caso de que Rousseff sea suspendida por 180 días si el Senado, el 17 de mayo, vota por mayoría simple apartar a la presidenta para iniciarle juicio político acusada de violar la ley fiscal.
En su oficina del barrio de Itaim Bibi, en San Pablo, Temer recibió ayer a los llamados "caciques" del PMDB, entre ellos el senador Romero Jucá, para delinear una estrategia mediática internacional para divulgar que lo que ocurre en Brasil "no es un golpe", sobre todo luego del pavor de los medios extranjeros al ver el contenido circense que tuvo el domingo la aprobación del juicio político en la Cámara de Diputados.
"La posición de Dilma compromete la imagen del país. Estamos preocupados por este tipo de mensaje que es equivocado y maléfico a los sectores internacionales que pueden ser engañados con el intento de pasar la imagen de que existe algún tipo de golpe", sostuvo Juca, en medio del desfile de posibles "ministeriables" del PMDB.
Los apoyos internacionales a Rousseff, sin ninguno a favor de Temer, han aumentado el volumen de las críticas hacia los líderes regionales que entienden, como el PT, que el juicio político por decretos sobre prioridades en el presupuesto puede configurar una excepción al Estado de Derecho.
En el gobierno dan por descontado que habrá aceptación del pedido de juicio político, ya que la oposición necesita la mitad más uno de los 81 votos necesarios. Públicamente, 47 le han dicho a la Agencia Estado que aceptarán la denuncia.
El gobierno sufrió un duro revés también ayer en el Supremo Tribunal Federal, donde la mayoría de los jueces postergó por cuestiones de apelaciones sobrepuestas tratar la asunción del ex presidente Lula como jefe de gabinete, suspendida por una medida cautelar desde el 18 de marzo pasado, un día después de haber sido nombrado.

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