Nahuel Maximiliano Silveira (21) y Omar Cristian Aguilante (24) fueron detenidos por efectivos policiales de la Seccional Séptima ayer a las 13:20, cuando intentaban escapar por los techos de viviendas del barrio Máximo Abásolo, con un televisor LCD y dinero que habrían sustraído en una vivienda de Los Ciruelos al 4.300.
Los policías sorprendieron en plena huida a los sospechosos del robo. Silveira trepó un paredón con puntas de vidrios y se lastimó las manos, mientras que Aguilante arrojó el TV LCD Panasonic de 32 pulgadas que llevaba envuelto en una manta tejida. Fue en la esquina de Adela Small y Los Ciruelos. El aparato quedó tirado en el lugar y los dos hombres intentaron escapar por los techos.
Silveira, según se informó desde la policía, subió a un techo de unos 3 metros y se arrojó hacia el patio de una vivienda de Adela Small 1.360, lesionándose un tobillo y el rostro.
La policía que ya había rodeado la cuadra con dos patrulleros. Aprehendió a Silveira en el patio de esa vivienda y luego continuó con la persecución de Aguilante que fue interceptado en la esquina de Placido Glatigni y Los Plátanos. Aguilante tenía entre sus prendas el cable eléctrico del televisor y 2.200 pesos que serían propiedad de la damnificada.
Según los peritajes de la Policía Científica en el lugar del robo, los autores rompieron el portón de ingreso de vehículos y doblaron con una barreta la puerta de chapa de acceso a la vivienda. Lo hicieron como quien dobla una hoja de papel. Una vez que ingresaron se llevaron el televisor y el dinero. Una vecina de la familia damnificada, quien se estaba bañando, escuchó ruidos.
"Llama una señora que estaban robando en la calle Ciruelos, viene un primer móvil a verificar y se encuentra con los dos sujetos que iban caminando con el televisor que está tirado ahí (ver foto). Se deshacen del televisor, vuelven sobre sus pasos, entran por un techo, uno cae acá (Adela Small) y al otro lo agarramos en un patio de la otra esquina", describió el comisario Omar Delgado, jefe de la dependencia que dirigió el operativo de detención en el lugar.
"Los vecinos colaboraron; la mayoría nos iba indicando cómo era el recorrido (de los sospechosos)", comentó Delgado sobre la ayuda de los dueños de las viviendas en las que intentaban esconderse los sospechosos. La policía secuestró también una barreta.
En la causa tomó intervención la fiscal Verona Dagotto y se dispuso la asistencia médica para Silveira ante las lesiones que tenía en sus manos, rostro y piernas.
"Espero verles la cara a los que hicieron esto. Le toque a uno, a los familiares, se siente lo mismo. Esta es la casa de mi vieja", manifestó a El Patagónico, Gustavo, hijo de la víctima.
Frente a la consulta de qué opinaba al enterarse de que uno de los detenidos estaba bajo libertad condicional respondió: "muy vivo no es entonces. Son cosas que pasan, le puede tocar a cualquiera. Ahora le tocó a mi vieja, pero le puede tocar a cualquiera".
UN PRESO CONOCIDO
El 6 de marzo de 2016 Nahuel Silveira se hallaba detenido en la Seccional Segunda cuando incendió un colchón en el interior de un pabellón. Se le imputó "daño simple" y la defensa pública planteó como solución alternativa del conflicto una reparación económica.
Silveira cumplía pena en ese recinto. Había sido condenado en marzo de 2015 junto a Mario Bañados y Diego Selg por un asalto a una anciana ocurrido el 30 de noviembre 2014 en el barrio Los Tres Pinos.
Por ese robo, Silveira fue condenado a 3 años y 4 meses de cumplimiento efectivo en un juicio abreviado. Actualmente se hallaba en libertad condicional.
En el asalto, según la acusación presentada por la Fiscalía, Bañados y Silveira arribaron en un remis, un Chevrolet Corsa conducido por Selg, hasta el domicilio de Los Tres Pinos.
Mientras quien conducía los esperó en el vehículo para facilitar la huida, Bañados y Silveira ingresaron a la casa luego de saltar el cerco y acceder por una puerta que se encontraba sin llave.
Silveira amenazó a la dueña de casa, una anciana. Lo hizo con un revólver y la llevó a la cocina diciéndole: "quedate quieta, sentada en la silla; no te muevas y no grites o te mato".
Cuando ambos subieron a la planta alta de la vivienda, la víctima escapó y pidió ayuda a un vecino. Entonces Bañado y Silveira salieron de la casa, se subieron al auto donde los esperaba Selg y escaparon. Antes efectuaron un disparo y sustrajeron un teléfono celular, una caja negra con joyas y dinero en efectivo.
En noviembre de 2015 Silveira, junto a Luis Millapi, intentó fugarse de la Seccional Séptima pero fueron detenidos en el intento. Lograron salir a las 6:40 de la celda. Rompieron las bisagras de la puerta de rejas y consiguieron escapar hasta un pasillo. Pero desde allí no pudieron llegar al patio externo porque los sorprendió el celador.