El cambio de la defensa pública a una privada fue lo que se produjo ayer en la causa que tiene como acusado a Joaquín Suárez (24) por el homicidio de su primo Matías Suárez (26). A las 8 estaba previsto realizar la audiencia preliminar, ocasión en la que la fiscal general Camila Banfi haría el ofrecimiento ante la juez Raquel Tassello de las pruebas documentales y testimoniales para el juicio. Sin embargo, ello no llegó a concretarse.
La audiencia se realizó pero allí se notificó del cambio en la defensa del acusado, la cual comenzó a ser ejercida por el abogado particular, Leopoldo Puricelli. El letrado, al hacer uso de la palabra, le solicitó a la juez natural un tiempo prudencial para tomar vista del expediente y elaborar una estrategia de defensa.
Hay que recordar que en la causa fue incorporada como parte querellante la familia de la víctima, la cual es representada por el abogado particular Sergio Romero.
En cuanto a lo solicitado por el defensor, la juez consultó a los acusadores público y privado, quienes no opusieron objeciones a la prórroga solicitada. En razón de ello, la juez resolvió postergar la audiencia preliminar hasta el jueves 9 de febrero.
A todo esto, tanto la fiscal como el querellante solicitaron que se mantenga la prisión preventiva de Suárez hasta tanto se lleve a cabo la audiencia que cambió de fecha. Ello, en virtud de que ayer también vencía el plazo de la medida de coerción oportunamente dictada.
Hay que recordar que en la acusación pública el Ministerio Fiscal fijó una pretensión punitiva que se ubica entre los 13 y los 15 años de prisión, mientras que el acusador privado intentará arribar a una pena de 18 años.
El homicidio ocurrió el 3 de agosto del año pasado en calle Pasteur del barrio San Cayetano. La víctima y el victimario vivían en casas enfrentadas.
De acuerdo al relato de un testigo y a la imputación de la Fiscalía, tras dispararle en el rostro a su primo, Joaquín Suárez huyó a la casa de su cuñado en Rada Tilly, donde abandonó el Peugeot 206 de su madre. Según la investigación, la novia del sospechoso le facilitó los contactos de un tío de ella que reside en Bahía Blanca para darle alojamiento y allí se mantuvo escondido hasta que resolvió ponerse a disposición de la justicia.