Trabajadores de planes sociales que se sienten discriminados cortaron la ruta

Alrededor de 60 trabajadores municipales insertos en los planes sociales permanecían hasta avanzada la noche de ayer bloqueando el acceso norte de la ciudad del Gorosito en demanda de un incremento de remuneraciones y un compromiso de bono navideño.
Caleta Olivia (agencia)
Solo habían pasado 15 días del último corte de la Ruta 3 cuando ayer obreros de la Fundación Santa Cruz Sustentable también se instalaron en la rotonda ubicada frente a la playa de tanques petroleros de Termap.
Esta vez el turno lo tomaron los obreros y obreras que hace varios años eran identificados como 1.840 porque a esa cifra alcanzaba la remuneración que se les pagaba a cambio que realizaran prestaciones de servicios comunitarios.
Hoy son alrededor de 700, pero hace aproximadamente 10 años sumaban casi 3.000 y el programa social en el que fueron insertados sirvió para aliviar el alto índice de desocupación.
En principio fueron las operadoras petroleras las que financiaron los costos y luego la provincia tuvo que hacerse cargo de esa contención hasta que la nueva gestión procuró desentenderse por la crisis financiera, trasladando la responsabilidad al municipio que desde un comienzo fue intermediario en los pagos.
El intendente Facundo Prades tuvo que interceder y logró que el Ejecutivo provincial obtuviera fondos de las empresas mineras a través de un fideicomiso, algo que se concretó hace dos meses y con el cual también se cubren las necesidades de obreros y obreras que conformaron cooperativas, cuya actividad es coordinada por la comuna.
Actualmente, la cantidad de trabajadores de planes sociales oscila en 1.000, de los cuales unos 60 se rebelaron y cortaron la ruta.
En rigor, la protesta comenzó el jueves con un bloqueo al edificio central del municipio, metodología que continuó en las primeras horas de ayer, esta vez con una quema de cubiertas que se extendió hasta cerca de las 10, tras lo cual los manifestantes decidieron ir hasta el acceso norte y bloquearlo.
La medida de fuerza persistía al cierre de esta edición y hasta las 22 se desconocía si hoy tendrá continuidad.

SIN RESPUESTA
Los voceros del grupo indicaron que el intendente Prades tiene que asumir la responsabilidad de canalizar las demandas que se le venían haciendo desde hace varios meses.
Las mismas consisten en un bono navideño y un incremento de remuneraciones mensuales, ya que actualmente ellos ganan unos 5.700 pesos y argumentan que constantemente tienen que reemplazar a los trabajadores de planta permanente por sus frecuentes huelgas, muchos de los cuales tienen sueldos promedio de 30 mil pesos.
El reclamo se potenció porque además de no obtener respuestas se sintieron discriminados al enterarse de que a mediados de esta misma semana el jefe comunal firmó un decreto por el cual 500 trabajadores que estaban contratados (un escalafón de jerarquía superior) fueron incorporados al plantel del personal de planta permanente.
Por ello bloquearon primero el edificio municipal y a partir de las 10 la Ruta 3, permaneciendo en la rotonda de Termap hasta casi promediar la tarde.
Ello hizo que se repitieran descomunales congestionamientos de camiones y colectivos en ambos sentidos de circulación y solo los automotores livianos pudieron avanzar por un camino que pasa por el barrio Altos del Golfo, pero más tarde los contra-piquetes de camioneros motivaron que solo quedara como alternativa el sendero que corre paralelo a la traza del acueducto.
Efectivos regulares de la Gendarmería Nacional y de la Policía provincial volvieron a ser meros espectadores de otra convulsionada jornada de protesta, en tanto que no se tuvo conocimiento de intimaciones que por formalidad debería hacer llegar la Justicia federal al grupo de piqueteros.

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