Tregua entre los petroleros y Tecpetrol invita a la esperanza

El cuarto intermedio implica un respiro luego de la decisión tomada por la petrolera de Techint de avanzar con la reducción de actividad, retiros voluntarios y el despido de personal.
Habrá tiempo la semana que viene para seguir las negociaciones entre el Sindicato de Petroleros Privados de Chubut y la empresa Tecpetrol porque el jueves acordaron una tregua. Este es el frente más grave del gremio que conduce Jorge Avila, donde la firma del grupo Techint pretende bajar equipos, proponer retiros voluntarios y despedir personal.
Anteayer Avila encabezó un plenario de delegados para describirles la situación luego de las conversaciones mantenidas con las empresas y con los ministros nacionales de Trabajo, Jorge Triaca (h), y de Energía, Juan José Aranguren. Allí se arrojó la posibilidad de un principio de acuerdo con Techint.
"Se está avanzando mucho para que el lunes o martes de la próxima semana, con presencia del gobernador Mario Das Neves, se pueda arribar a un acuerdo final", dijo el sindicalista Avila después del plenario. Por el momento, hay un acuerdo de no avanzar con el plan de reducción de actividad en estos días.
Avila tiene un doble rol. Por un lado es el sindicalista de más de 10.000 trabajadores que están preocupados por sus fuentes laborales, muchos de ellos afectados a planes vacacionales (como los 1.400 obreros de PAE y los 200 de YPF). A la vez es el presidente de Petrominera, la empresa pública provincial de hidrocarburos.
Petrominera tiene participación minoritaria en la UTE que administra las áreas El Tordillo, Puesto Quiroga y La Tapera. Tecpetrol opera y participan YPF, Petrobras y Petrominera. Si bien la empresa provincial está en el directorio, solamente tiene voz y no voto. Así, puede expresar su disconformidad con el plan de reducción de actividad.
El número de personal afectado a las decisiones de Tecpetrol ronda 500 y si bien la tregua da un respiro, todavía falta un acuerdo final. Para que esta situación no avance y no se extienda a otras empresas, los trabajadores realizaron una movilización por el centro de Comodoro Rivadavia el lunes pasado.
Las empresas alegan que sin los subsidios que permitan un "barril criollo" por encima del precio internacional (el petróleo de Texas cotizaba a 37 dólares) no pueden sostener los planes de inversión. La opción que aplican es reducir la actividad. PAE envió un fuerte grupo de trabajadores de vacaciones y bajó la producción en Cerro Dragón. Luego, se sumó YPF.
Esos subsidios dejaron de tener vigencia el viernes. Aunque todavía queda la esperanza en la industria de que Aranguren, con el visto bueno de Mauricio Macri, otorgue una prórroga. Sin embargo, en el Gobierno nacional hay una revisión total de los subsidios y, entre muchos, los que reciben las petroleras como "estímulos a la producción" podrían entrar bajo la lupa.

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