"Vagos de mierda que sólo se rascan las bolas"

Frente a los epítetos que aseguran que emitió contra ellos su jefe, Rodolfo Hess, los integrantes del grupo de Infantería solicitaron que la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia tome intervención en el asunto. Se pusieron a disposición de la Sección Operaciones, sublevándose a la autoridad de Hess. También se reservaron el derecho de radicar una denuncia ante la Secretaría de Trabajo bajo la Ley Provincial N° 60 por violencia laboral, insultos, maltrato psíquico y social.
"El personal no regresará al destino de origen ya que consideran que el comisario inspector Hess continuará dirigiéndose de manera irrespetuosa e improcedente, quedando en claro que no es interés de los mismos no trabajar, por lo que de permitirse prestarán servicios a cargo del jefe de Operaciones de la unidad o en su defecto en dependencia que se los destine".
Así sostienen en el petitorio la totalidad de los integrantes del Grupo de Infantería de la Policía de Comodoro Rivadavia, sublevándose contra el jefe de la sección, comisario Rodolfo Hess. El hecho fue publicado ayer en forma exclusiva por El Patagónico.
En un caso sin precedentes en los últimos años, la totalidad de la División de Infantería de Comodoro Rivadavia desconoció el miércoles la autoridad del jefe de la sección y se puso a disposición de los jefes de la Unidad Regional denunciando "violencia laboral" e improperios por parte de su superior.
En el petitorio presentado a las autoridades de la Unidad Regional, al cual este medio tuvo acceso a una copia, el oficial subinspector Lucas Vargas y la totalidad del personal operativo de la sección -un total de 17 suboficiales- expusieron los problemas internos que han tenido con Hess.
Las "cuestiones irregulares", aseguran, comenzaron el 8 de enero cuando según los policías su jefe les hizo mención sobre su descontento con la actual jefatura de la Policía del Chubut porque no se lo había tenido en cuenta para su aspiración al cargo de jefe de la Unidad Regional de Esquel. "Sostuvo que había ido a la jefatura y que no lo habían atendido. Que habían posicionado a personal subalterno a él en cargos importantes", relatan en el petitorio.

RELACION CONFLICTIVA
Las asperezas entre el jefe y su personal, según el descargo de los policías subalternos, comenzó el 10 de enero cuando se pusieron a disposición del comisario César Brandt de Operaciones para colaborar con los operativos de la División Drogas.
"Adónde van? ¿Quién autorizó la salida de Infantería?", indica Vargas que le dijo Hess. "No fue del agrado para el comisario inspector Hess, ya que según sus manifiestos no debemos obedecer órdenes de personal subalterno a él", explica la nota.
Incluso les dijo que su intención era "que se reconozca su antigüedad y que si la jefatura de Policía erró en designar en cargos importantes a subalternos a él, que se manejen (palabras textuales)", añaden en el petitorio.
Desde ese momento, según los integrantes de Infantería, su jefe les prohibió que utilicen el móvil policial con el que cuenta la sección, ya que únicamente lo usaría él. Así, al día siguiente pidió que le llenen el tanque porque se iría "al campo".
Los mismos policías denuncian que al regresar Hess con el móvil fotografiaron que la camioneta habría sido utilizada para actividades de caza. Tenía "manchas hemáticas en la caja, como así restos de materia fecal de animal", incluso que la misma quedó fuera de servicio ante desperfectos mecánicos, relatan.
Los denunciantes manifiestan que el trato del jefe a hacia ellos "nunca fue cordial" y que incluso comenzó a dirigirse a ellos como "vagos de mierda, que sólo se rascan las bolas en Infantería".
Los policías dicen estar al servicio de la división que lo disponga y de las comisarías que crean necesario su patrullaje, tal como lo venían haciendo en las zonas altas de conflicto. Y que días atrás "no había impedimento alguno para trabajar, solo el impuesto por el jefe de Infantería que no quería que salgamos a trabajar, poniendo como pretexto el mal estado del móvil", argumenta Vargas en el petitorio.
Según denuncian, a los policías se los comenzó a amenazar con traslados, por lo que dejaron en claro a la Unidad Regional que no quieren que este reclamo se tome como acto de rebeldía, ni insubordinación, sino que se les asigne otro destino en donde se pueda realizar las mismas funciones que venían realizando, "exigiendo trato digno, de respeto mutuo".
Para ello se reservaron el derecho de denunciar ante la Secretaría de Trabajo por la Ley Provincial N° 60 de "violencia laboral".

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