A un mes del derrame, Caleta Córdova se prepara para la marea extraordinaria

Caleta Córdova espera para hoy una marea extraordinaria, y existe la posibilidad de que vuelva a aflorar crudo sobre la superficie del mar, lo que permitiría continuar la remoción mediante cordones y mantas absorbentes. Ayer a la mañana, reunidos en el club del barrio, representantes del comité de crisis se lo advirtieron a un grupo de pobladores, y realizaron un repaso de las tareas de limpieza realizadas hasta el momento.

Esperando la más alta de las mareas que se registrarán en enero y febrero, que llegaría hoy a las 8:49 de la mañana a los seis metros, en la playa más afectada por el derrame unos diez operarios terminaban ayer de disponer cordones y mantas “absorbentes”, en el agua y al pie del acantilado, para poder capturar el crudo que podría volver a aflorar.
Además, se dispuso una barrera flotante paralela a la primera escollera para evitar que la mancha pudiera avanzar hacia el sur.
Durante el encuentro que convocó ayer en el club del barrio, representantes del comité de crisis detallaron las tareas realizadas hasta el momento para recuperar la costa de Caleta Córdova e intentaron responder a las inquietudes de los vecinos.
Los propios técnicos reconocieron que el movimientos de áridos que ensayaron con equipos pesados y hombres en un comienzo, con la doble intención de menguar el impacto visual y realizar el lavado de material para luego devolverlo a la playa, fue desaconsejado por especialistas de la Universidad, que alertaron sobre la posibilidad de que esa intervención desestabilizara los acantilados.
Además, se les informó que el tránsito de máquinas y hombres por la playa debía reducirse al mínimo, para evitar la dispersión del crudo cuyos restos deberían ser degradados hasta desaparecer tanto por efecto del oleaje como de las bacterias. La absorción de fluido mediante camiones chupa, el tendido de cordones y mantas absorbentes en el agua y la playa, y el lavado de la restinga despejada de moluscos con agua a 60 grados y a alta presión fueron las principales medidas adoptadas a lo largo de estos 30 días, junto al tendido de barreras para evitar la dispersión de la mancha, acción que muchas veces no tuvo los resultados esperados por la acción de las mareas.

QUIMICOS
Algunos de los vecinos hicieron oír su malestar, y en general todos los que se expresaron reclamaron la identificación urgente del responsable del derrame que golpea la economía de muchos habitantes e impide además las actividades recreativas.
Los empresarios se ocuparon de resaltar los esfuerzos coordinados que realizaron junto al municipio, la provincia y organizaciones intermedias para atender la contingencia, y deslindaron su participación en el derrame, advirtiendo que corresponde a la justicia federal determinar las responsabilidades del caso.
El conjunto de vecinos coincidió también al expresar su preocupación ante un eventual uso de productos químicos para sanear la costa, advertidos de que hay personas que todavía siguen pescando y bañándose, sin que todavía se hayan impuesto restricciones al respecto.
Desde el comité respondieron que el uso de químicos al comienzo fue evaluado como una alternativa para lograr la rápida disolución del crudo, pero también fue desaconsejado de inmediato por Prefectura, las autoridades de Medio Ambiente y especialistas universitarios, quienes pusieron énfasis al advertir que eso podría alterar todavía más el frágil equilibrio biológico.
Explicaron que los fuertes olores “a solvente” que a veces se perciben en el barrio son originados por la evaporación de los componentes más livianos del petróleo impregnado en las playas o sobrenadante en el agua. Y dijeron que el olor a putrefacción que también se sufre esporádicamente y del que se quejaron los vecinos lo emana un contenedor donde se descomponen los restos de decenas de aves empretroladas. Según dijeron, la justicia todavía no permitió la disposición final de esos restos, ni de los que se acumulan en otros dos contenedores.

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