La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, abogó por una justicia “inclaudicable”, para que “nunca más” se repitan los delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura militar.
“En nombre de las Abuelas de Plaza de Mayo, de los organismos de derechos humanos hermanos, de los 30 mil detenidos-desaparecidos y de la mayoría del pueblo argentino, manifiesto que, sin que nos muevan sentimientos de odio, venganza o revancha, brindamos por arribar a la inclaudicable justicia, que sin dudas consolidará la democracia y asegurará el nunca más”, sentenció Carlotto, quien pronunció las últimas palabras de la querella en nombre también “de la mayoría del pueblo argentino”.
Antes de entrar en la audiencia, que cerrará la etapa final de alegatos de Abuelas de Plaza de Mayo en el juicio por el plan sistemático de robo de bebés, el abogado del organismo, Alan Iud, explicó que “es difícil evaluar hasta dónde llegan los daños”, porque “se suman otros delitos como el ocultamiento y apropiación de los menores y la supresión de sus identidades, mediante la falsificación ideológica de documentos públicos, por lo tanto, “se deben aplicar las máximas condenas” previstas en el Código Penal para los acusados.
También pidieron que reciba igual pena que Bignone el ex jefe de la Armada Rubén Oscar Francos, mientras que para el ex comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros, solicitaron que sea condenado a 19 años, ya que en su jurisdicción funcionó la maternidad clandestina de Campo de Mayo.
Tras la solicitud de penas, Iud exhortó a los represores acusados en este juicio a aprovechar esta nueva oportunidad que se le tiende como “un puente de oro”, para que revelen el destino de cientos de criaturas desaparecidas que todavía faltan encontrar, con la posibilidad de que se les pueda reducir la pena hasta un 50 por ciento.
Además y fuera de la lectura, Iud le reclamó a Bignone que aporte los datos que prometió en su última intervención cuando tenga la ocasión de decir las últimas palabras antes del veredicto, excepto que esa promesa “haya sido solo un lapsus”.
“Como dice la agrupación Hijos, nuestra única venganza es ser felices; cada hijo aparecido es una derrota de la dictadura”, sentenció el joven letrado, que en distintos tramos de su discurso se emocionó.
Videla está acusado en este juicio por 21 de los 36 casos de sustracción de menores, 15 de los cuales nacieron cuando sus madres estaban en cautiverio.
El martes, la querella organizó las pruebas sobre once mujeres embarazadas que parieron en la ESMA y describió el sector de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo, donde parieron secuestradas. Explicaron cómo se establecieron las maternidades clandestinas en estos dos lugares, uno era el centro clandestino más importante de la Marina y el otro del Ejército.
El lunes, inició la parte final del juicio por el plan sistemático de robo de bebés que tiene en el banquillo de los acusados a los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Benito Bignone; el ex general Santiago Omar Riveros, el ex almirante Antonio Vañek, el ex capitán de la Marina Jorge “Tigre” Acosta, el ex prefecto Jorge Azic, el ex marino Rubén Franco y el ex médico del hospital Naval Jorge Magnacco.
- 29 marzo 2012