Hace ya 50 años que el abastecimiento de agua es un problema casi crónico en Comodoro Rivadavia. El verano pasado, hubo casi un corte de agua por semana para recomponer reservas o reparar roturas graves. Este año, las roturas se agravaron y las reservas ya no son suficientes ante la mayor demanda de agua de la región.
En este contexto, apareció como paliativo la autorización para usar agua de los acuíferos. Y lo más reciente es la idea de proyectar una planta de desalinización de agua de mar, que permita una solución más allá de la repotenciación del acueducto y otras obras con financiamiento nacional.
La desalinización es una idea que ha traído a varios estudiosos del tema a “venderlo” en Comodoro, pero que recién ahora se toma en serio por parte del Gobierno provincial y del municipal. El gobernador Martín Buzzi pidió un informe para elaborar un proyecto. En reuniones con técnicos locales, el Concejo Deliberante avanzó por idéntico camino.
El sitio web de la SCPL cuenta que “la imperiosa necesidad de Comodoro Rivadavia de contar con una fuente propia de provisión de agua” motivó la redacción del decreto 11.522 en 1960, y en 1962 se iniciaron las obras financiada en partes iguales por Nación y Provincia.
“El acueducto se inicia con una obra de toma en el lago Musters, donde se ha instalado la primera estación de Bombeo, que impulsa el agua cruda hasta un desarenador, desde el cual el escurrimiento sigue en gravedad hasta la Planta Potabilizadora, localizada en la ciudad de Sarmiento”, repasa la web.
En 2008, la SCPL publicó la investigación: “Y no fueron cuatro pobres locos: la SCPL, una institución con identidad local”. La misma estuvo realizada por los historiadores Daniel Marques, Gabriel Carrizo y Luis Zaffaroni. Allí apuntan los distintos momentos por los que atravesó el acueducto.
La SCPL fortaleció su presencia en la ciudad cuando extendió la red de electricidad en las décadas de los 50, 60 y 70. Pero recién en los 80 pasó a quedarse con la administración el acueducto Lago Musters-Comodoro Rivadavia, ante las protestas de los usuarios.
“Esta obra se puso en marcha el 20 de abril de 1963, el mismo día en que se inauguraba oficialmente el Dique Florentino Ameghino sobre el río Chubut. Hasta entonces la ciudad se abastecía, como en los primeros tiempos, de los manantiales localizados en torno al casco urbano, fundamentalmente desde las perforaciones y tomas realizadas por YPF en Manantiales Behr”, señalan los autores.
“Con el aumento poblacional y el crecimiento en la demanda de agua las rupturas del caño conductor del fluido comenzaban a ser cada vez más frecuentes y de mayor envergadura. En junio de 1980 la situación llegó a uno de sus puntos más críticos al producirse una nueva ruptura del acueducto y agotarse las reservas de agua de la ciudad lo que obligó a las instituciones locales a enfrentar la emergencia con la suspensión de clases y la movilización de camiones cisterna de empresas locales”, relatan Marques, Carrizo y Zaffaroni.
“Desde 1984, y para paliar en parte los problemas derivados de las roturas del acueducto, la provincia de Chubut construyó nuevas reservas de agua en inmediaciones de la gran reserva de 40.000 m3 ya existente en la zona del Puesto La Mata. Inicialmente, se instaló una reserva complementaria de 20.000 m3 y, además, se definieron proyectos de obra en conjunto con la SCPL para hacer más eficiente el funcionamiento de todo el sistema, tal como la concreción de una planta de rebombeo en la zona de Cerro Negro, área crítica en la cual se registraba el mayor número de desperfectos técnicos del conducto que transportaba el agua hacia Comodoro Rivadavia y Rada Tilly”, detallan.
En 1986, los problemas continuaban. “Las constantes roturas y el periódico desabastecimiento movilizaron a la comunidad a realizar protestas callejeras y a exigir a las autoridades provinciales y nacionales una clara definición sobre el particular. A partir de entonces, y en conjunto con las autoridades de la SCPL encargada de la gestión del acueducto, el Gobierno provincial y nacional avanzaron en acciones para la ampliación de reservas, la habilitación de otras fuentes de provisión alternativa y la construcción de una Planta de Rebombeo en la zona crítica de Cerro Negro”, sostienen.
En diciembre de 1999 quedó inaugurado el “Nuevo Acueducto” que lleva agua extensión desde el lago Musters hasta Caleta Olivia. Cuenta con cinco estaciones de bombeo, que en aquel momento las autoridades políticas y de la SCPL esperaban solucionar el problema crónico del agua potable en esta región.
Pero a la fecha, ya sea por las altas temperaturas o por roturas en las distintas partes del acueducto que ya muestra signos de fatiga, el problema se repite. Para la SCPL, el número de habitantes supera ampliamente la capacidad de un acueducto que abastece a tres ciudades como Comodoro, Rada Tilly y Caleta Olivia.