La nefróloga Marcela Boscardini, médica del Hospital Zonal Dr. Adolfo Margara de Trelew, dijo ayer que la magnitud de casos de síndrome urémico hemolítico en la provincia “es alarmante” señalando al respecto que en un mapa de la región patagónica “está en rojo”.
Asimismo consideró prioritaria la concientización sobre el fenómeno porque “uno, sabiendo, pierde el miedo y toma recaudos” al tiempo que destacó que la mencionada patología es “la tercera causa de trasplante renal en la Argentina”.
La doctora Boscardini destacó a Diario Jornada que “los casos van en aumento, es alarmante y lo que vemos es que la medida que vamos a tener que tomar es la concientización.”
“El Hospital Zonal de Trelew es centro de derivación de todos los síndromes urémicos de la provincia. Se trabaja también con la terapia de Puerto Madryn y tenemos nuestra red ya instalada en Comodoro Rivadavia y en Esquel”, explicó.
“En la Argentina -puntualizó- tenemos 400 casos que se dan en menores de 5 años, pero la Argentina se divide en distintos sectores, en distintas regiones y la región del sur, que somos nosotros, la provincia del Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, los casos en Chubut son alarmantes. En el año 2011, 2012 que llegamos a tener el registro de 18 casos”.
“Y si nosotros nos comparamos con otras regiones, en una densidad de 100 mil habitantes nosotros llegamos a tener de dos a tres casos, es decir que en un mapa Chubut está en rojo. Y no es porque uno no toma estas medidas. Es como la gripe, distintas enfermedades que aparecen. El problema nuestro es que no tenemos conciencia en nuestra casa, en la manipulación de alimentos, en la toma de agua potable, en la organización de nuestra heladera, en la refrigeración de los yogures”, comentó.
“Esto –recordó- se puntualizó hace dos años cuando empezamos a tener 16 casos. Yo hace 14 años que estoy trabajando, más los médicos anteriores que trabajaron muchísimo. La idea es que nosotros concienticemos a cada uno de nuestros habitantes en esto, en la toma de conciencia en que, por ejemplo, si vamos a comprar hoy por hoy en algún lugar, que el lugar sea confiable, que yo compro un producto que le pueda ver el vencimiento, que esté rotulado, las frutas y las verduras de dónde salen, que la carne tenga el color necesario, que esa carne sea cortada ante nuestra vista. Esos detalles son muy importantes”.
COMO PREVENIR
“Nuestra casa –afirmó- tiene que estar limpia en el sentido de que si uso lavandina a la hora se desactiva. Entonces con dos gotitas en un litro de agua o medio pocillo en diez litros, hago maravillas porque la bacteria muere”.
“Tenemos que organizar nuestra heladera. Esto significa que si compramos verduras y frutas, las metemos en agua, un litro de agua con dos gotitas de lavandina, las ponemos quince minutos”.
“Lavamos hoja por hoja, con nuestra tabla para la verdura, para la fruta y nuestro cuchillo. Se terminó la excepción de la fruta y la verdura, se guarda en un stand sola. Después agarro la carne. El problema tan grande de la carne es que la bacteria no muere por el frío, queda congelada la bacteria ahí. Cuando la sacamos a la carne y utilizamos todos estos procesos de descongelamiento, la carne gotea, se chorrea toda la parte de la sangre y ¿qué pasa? Nosotros al manipular distintos elementos vamos transportando la bacteria de un lado al otro”.
“Entonces utilicemos tabla para la carne, cuchillo para la carne, la cortamos y si nosotros queremos descongelarla, no la sacamos para que se descongele; si la metemos en el microondas, la tratamos mejor en el día. A veces se dejan los productos afuera y se recontracontaminan porque las bacterias se recontramultiplican y de eso uno no se da cuenta”.
“Hay que disponer otro stand en la heladera para la carne porque si ponemos todo junto, a pesar de que hacemos todo ese proceso, la bacteria va de un lado al otro y se empiezan a contaminar todos los alimentos dentro de nuestra heladera porque a la bacteria el frío no le hace nada. Cuando utilizamos para la cocción, ya sacar culturalmente ese juguito rojo porque allí está nadando la bacteria. Las carnes tienen que estar bien cocidas y el centro más todavía”.
“La utilización de la carne –aconsejó- tiene que ser impecable y el lavado continuo de manos. En esta época me desespero mucho porque es como decir ‘dónde ataco’. Cuando estoy en la terapia intensiva dializando a un paciente es el fin de todo porque llegué tarde”.
“Si nosotros vemos que estos medios, que estas barreras no se cumplen y llegamos a tener la enfermedad –advirtió-, ya es un fracaso de lo que hacemos. Es importante la concientización porque uno sabiendo pierde el miedo y toma recaudos. Hay que enseñarles bien a los chicos. Hay que atacar bien las escuelas para el lavado de las manos. El lavado de las manos previene el noventa por ciento de las enfermedades. Otra cosa importante es tener todo bien refrigerado. Si se saca un yogur para ir a la playa o a otro lado, no puede dar vueltas más de dos horas”.
La especialista recomendó también que “hay que lavar periódicamente los tanques para que el agua sea buena. Hay que buscar quien nos pueda limpiar el tanque de agua para que nosotros estemos seguros de lo que estamos tomando”. “El síndrome urémico hemolítico es una enfermedad renal progresiva. Es una enfermedad que deja marca, que se tiene que controlar toda la vida porque es la tercera causa de trasplante renal de niños en la Argentina”, remarcó finalmente.