Alertan sobre la “persistente” discriminación en el trabajo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) expresó ayer preocupación por la "persistente" discriminación en el mundo laboral que conlleva a una "creciente desigualdad de ingresos y oportunidades" entre hombres y mujeres y personas de distintas razas, credos u orientación sexual.
Buenos Aires (Télam)
Esta declaración, difundida bajo la denominación «La igualdad en el trabajo: afrontar los desafíos que se plantean», fue presentada ayer en la oficina de la OIT en Argentina e incluye un panorama de lo que ocurre en el país en materia laboral.
Allí se reconoce que la lucha contra la discriminación en el mundo del trabajo registra progresos, pero admite que aún es «significativa y persistente con creciente desigualdad de ingresos y oportunidades».
«El panorama mundial de la lucha por superar la discriminación evidencia un contraste de fracasos y de progresos decisivos», sostiene el documento.
Esta radiografía laboral ofrece un relevamiento de la discriminación laboral en el mundo en base a las tradicionales formas como sexo, raza y religión, hasta las nuevas manifestaciones como la edad, la orientación sexual, el Sida y la discapacidad.
En ese sentido, advierte sobre la persistencia de la brecha de género en el empleo y destaca la necesidad de políticas integradas para abordar la discriminación en las remuneraciones y la segregación ocupacional.
A modo de ejemplo, la OIT indica que las tasas de participación femenina en la fuerza del trabajo aumentaron hasta un 56%, pero remarca que este incremento se dio en forma desigual a nivel mundial dado que mientras en América del Norte la proporción fue del 71%, en Medio Oriente y Africa fue del 32%.
El informe sugiere que «una medida clave para mejorar la situación de las mujeres es la disponibilidad de empleos de buena calidad, como legisladoras, funcionarias principales o gerentes», que en la actualidad, sólo un 28,3% accede a esos puestos.
Por todo esto, la OIT alerta que combatir la discriminación en el trabajo «es más urgente que hace cuatro años en un mundo donde la desigualdad y la inseguridad se acentúan de manera manifiesta» y en donde «la existencia de esas desigualdades en los ingresos y las oportunidades diluyen la eficacia para combatir la discriminación».

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